Se cierra la capilla, sigue la pastoral universitaria: «La Iglesia está viva aquí» - Alfa y Omega

Se cierra la capilla, sigue la pastoral universitaria: «La Iglesia está viva aquí»

El Decanato ha obligado finalmente al traslado de la capilla de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense, desoyendo la movilización de alumnos, profesores y personal administrativo de los últimos días. Esta prueba, sin embargo, ha demostrado que existe una comunidad cristiana viva en la universidad madrileña

Redacción
Don Feliciano Rodríguez, en el centro, con un grupo de universitarios, en los pasillos del entorno de la capilla cerrada

El desenlace no ha sido el deseado, pero el ambiente no es en absoluto de derrota. «El perseverante espíritu de oración mantenido estos días pasados ha frenado el cierre disimulado, que era su traslado a un pequeño almacén, hasta conseguir un local más digno», afirma la profesora de Historia Medieval Margarita Cantera Montenegro. «Pero quizás la mejor lección -añade- la hemos recibido de nuestros jóvenes, que han hecho turnos de adoración a la puerta de la capilla durante el día, y a las puertas de la Facultad de noche, para velar al Santísimo, encerrado en la capilla como en un inmenso sagrario; y, al tiempo, evitar una posible profanación de un lugar que, mientras no sea desacralizado de acuerdo con las normas canónicas, sigue siendo sagrado. Su sacrificio, constancia, alegría, generosidad, devoción y valentía son un verdadero ejemplo, pues han confesado su fe en Dios ante los hombres, ante sus compañeros y ante los profesores, algunos verdaderamente hostiles a toda manifestación de vida cristiana. La grandeza de su ejemplo, alejando el rencor de sus corazones, es más alentadora si consideramos cuál es la razón profunda de este hecho, manifestado públicamente por algunos de los partidarios del cierre de la capilla: eliminar toda referencia religiosa (se entiende que cristiana) de la universidad; como si para Dios, que habita en nuestros corazones, hubiese barreras…».

El padre Feliciano, Delegado episcopal de Pastoral Universitaria, presidió, el pasado lunes, la Misa junto a la capilla cerrada

«Estoy conmovido por vuestro testimonio»

El lunes, ante la evidencia de que no era posible llegar a un acuerdo con el Decano de la Facultad (la diócesis proponía ceder 60 metros de la capilla), el Arzobispado de Madrid aceptó una de las propuestas de traslado. De los 200 metros actuales, la capilla pasará a contar con menos de 30. En una nota, la diócesis dejaba constancia pública de su disconformidad, y agradecía «el comportamiento y las oraciones de tantos universitarios directamente afectados por este asunto, especialmente alumnos, profesores y personal de administración y servicios, que en estos días han dado ejemplo de amor a la Iglesia y de buen testimonio cristiano».

Ahora toca seguir adelante con la labor pastoral. «Estoy conmovido por el espectáculo que habéis dado, y eso queda registrado en el corazón de Dios», decía el padre Feliciano Rodríguez, Delegado episcopal de Pastoral Universitaria, en una Misa celebrada en la tarde del lunes en la puerta de la capilla, cerrada una semana antes por orden el Decanato.

Tras la ceremonia, el sacerdote explicaba a los jóvenes por qué no le parece justa la decisión del Decanato. «La ganancia de espacios de aulas va a ser mínima», así que «todo parece indicar que el principal y casi único móvil de este proceso es que a algunas personas les molesta la capilla… Lo aceptamos, lo acatamos, pero con dolor, no nos parece que sea una medida razonable». Eso sí: «Nos parece más importante que la Iglesia esté viva aquí, y que cuidemos ahora el nuevo espacio de iglesia, la frecuentemos, adoremos al Señor en ella, la cuidemos… Esto es lo más importante ahora».