¡Salud y tele pública! - Alfa y Omega

¡Salud y tele pública!

Isidro Catela
El equipo de 'Esto es vida', magacín de TVE presentado por Cristina Lasvignes
El equipo de Esto es vida, magacín de TVE presentado por Cristina Lasvignes. Foto: RTVE.

Que nadie se asuste, no son cosas mías sino de Televisión Española. O sea, de esa que llamamos pública cuando en realidad queremos decir estatal. Como no hay dos sin tres, llega la salud del cuerpo. Hasta ahora los signos de nuestros tiempos televisivos se resumían en dos: música y cocina. O sea, oído cocina, que viene a ser lo mismo. Un mucho de Masterchef y sus variantes con repetición y otro tanto de los talent musicales que buscan al Joselito o al Julio Iglesias del siglo XXI. Faltaba que el médico nos hiciera un chequeo como Dios manda y desde esta semana Televisión Española nos envía a la consulta, por las tardes, y con dos tazas. A las 18:20 horas Centro Médico, una docuficción, es decir una recreación de casos reales, con vocación pedagógica para que aprendamos qué es lo que hay que hacer y qué es lo que no. A través de siete personajes fijos, cinco médicos y dos enfermeras, los espectadores vamos conociendo los casos que llegan a las consultas de los doctores. Cada tarde aborda dos situaciones clínicas reales con un formato pensado para enganchar a la audiencia. Hay que entrar en la fórmula de la docuficción, que al principio se hace un poco extraña, pero si se entra, enseguida se pasa el síndrome de la bata blanca. Dura media hora y a continuación, a las 18:50 horas, en formato más clásico, un magacín presentado por Cristina Lasvignes, Esto es vida. Salud, bienestar y todo el entretenimiento que son capaces de darnos un pediatra, una dermatóloga, un especialista en digestivo y una médico de urgencias que anda dando vueltas por España en una caravana. Huele a Saber vivir o a aquel inolvidable Más vale prevenir del doctor Ramón Sánchez Ocaña. Pero las radiografías sociales ya no son las mismas. Nos hemos curado en salud de algunas cosas y andamos renqueantes en otras muchas. Bien está mientras los nuevos centros médicos no confundan la buena vida con la vida buena y no nos inviten, así como que no quiere la cosa, a mirarnos el ombligo y a la hipocondría vespertina.