¿En que se parecen el Papa Francisco, Jesús y los Rolling Stones? - Alfa y Omega

¿En que se parecen el Papa Francisco, Jesús y los Rolling Stones?

«Como los Rolling Stones, hace algunos años, el Papa Francisco se reunirá con millones de jóvenes en la playa de Copacabana», pero el encuentro se parecerá más bien a otra reunión, «mucho más alegre y significativa», que tuvo lugar hace veinte siglos, «en una playa en la que nuestro Señor Resucitado se apareció a sus discípulos, a orillas del mar de Tiberíades, en Galilea (Jn 21, 1)». Éste es el comentario escrito por el cardenal Óscar Cardenal Rodríguez Maradiaga, Presidente de Caritas Internationalis y arzobispo de Tegucigalpa. Cáritas estará muy presente en la JMJ de Río, y el cardenal Maradiaga ha lanzado una petición a todos los peregrinos: «Averigüen por qué existe el hambre en el mundo y qué podemos hacer en nuestra vida para cambiar sea situación»

Redacción

Como los Rolling Stones, hace algunos años, el Papa Francisco se reunirá con millones de jóvenes en la playa de Copacabana, Río de Janeiro, la semana que viene. La ocasión es celebrar la Jornada Mundial de la Juventud, un evento en el que el Santo Padre invitará a los jóvenes a ir a hacer discípulos a todas las gentes. Sin embargo, muchos años antes de estas celebraciones, se produjo una reunión mucho más alegre y significativa, en una playa en la que nuestro Señor Resucitado se apareció a sus discípulos, a orillas del mar de Tiberíades, en Galilea (Jn 21, 1). Los discípulos habían pasado toda la noche pescando, si mucho éxito y habían perdido la esperanza. Al amanecer, se les apareció el Señor y les dijo que echaran de nuevo las redes a la derecha de la barca. Las echaron y se llenaron de peces. Con unos pocos y algo de pan, Jesús preparó el desayuno para todos ellos. Los discípulos creyeron en el Señor, siguieron sus sugerencias y a cambio recibieron alivio a su hambre terrenal y espiritual.

El hambre y la pobreza son dos grandes preocupaciones de la Confederación Cáritas. Creemos que, en un mundo en el que Jesús camina junto a nosotros, el hambre no debe y no puede existir. Los retos de los jóvenes de hoy son enormes. Podrían no sufrir hambre física, pero sí hambre de trabajo, de esperanza y de estabilidad. El hambre de encontrar el propio lugar en el mundo y esa sensación de que nuestra red no está llena, sino más bien vacía.

¿Y qué decir de todo el otro hambre que hay en el mundo? Miren a su alrededor y verán países con niños desnutridos, que se van a la cama sin cenar, y en los que las madres no tienen leche suficiente para darle a sus bebés. A veces, nos resulta difícil abstraernos de nuestros propios problemas para darnos cuenta de que todos formamos parte de los problemas y soluciones de los demás. El mundo y las relaciones humanas dejan de estar conectadas, cuando navegamos en mares tempestuosos, sin ver un faro que nos guíe para llegar a casa. También es muy tentador pensar que nadie nos quiere, ni nos necesita, en estos tiempos de crisis. Sin embargo, ¡la Iglesia les necesita y les llama y Cáritas también!

Las 164 organizaciones que forman la familia Cáritas y trabajan juntas, en 200 países y territorios, unen sus voces para poner fin al hambre en el mundo, a partir de finales de 2013. Ustedes pueden formar parte de nuestra campaña sobre el Derecho a la Alimentación y denunciar, en nombre de todas esas personas que actualmente no tienen voz, las injusticias del mundo, porque perpetúan el hambre y la pobreza. ¿Puede ser realmente justo que mil millones de personas pasen hambre en este mundo, cuando existen recursos suficientes para dar de comer a todos?

Como presidente de Caritas Internationalis, los invito a todos a hacer tres cosa antes de que empiece nuestra campaña:

• Averigüen por qué existe el hambre en el mundo y qué podemos hacer en nuestra vida para cambiar esa situación.
• Manténganse en contacto con otros jóvenes, para discutir y compartir lo que aprendan. «¡Hagan discípulos de todas las gentes!».
• Hagan escuchar sus propias opiniones sobre el tema de la pobreza, en su familia, en su parroquia y en las redes sociales.

Los discípulos vieron a Jesús resucitado varias veces, sin comprender al principio que era Él. ¿Cuántas veces al día vemos nosotros el rostro de Jesús, en la calle o en la tele, pero nos damos la vuelta, porque no lo reconocemos? ¿Cuántas veces no aprovechamos la oportunidad de vivir plenamente nuestra fe, mediante la caridad para con los demás? Cuando vayan buscando esperanza, trabajo y seguridad, y encuentren solo una red vacía, acuérdense de la aparición de Jesús en la playa. Porque si se abren al alba de la fe, ¡encontrarán la abundancia, dondequiera que vayan!