La copa que perdona los pecados - Alfa y Omega

La copa que perdona los pecados

El cardenal Cañizares abre el Año del Cáliz de la Misericordia, en el que se llevarán a cabo peregrinaciones, congresos y exposiciones

José Antonio Méndez

«Acabada la cena, tomó este cáliz glorioso en sus santas y venerables manos, dando gracias te bendijo, y lo dio a sus discípulos diciendo: “Tomad y bebed todos de él, porque este es el cáliz de mi Sangre; Sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados…”». Así reza la plegaria eucarística del canon romano, que parte de los evangelios de Marcos, Mateo y Lucas, y de la primera carta de san Pablo a los corintios, para explicar cómo fue la Última Cena. La tradición, la arqueología y la historiografía han vinculado esta fórmula concreta a la empleada por los Papas desde el siglo I para celebrar la Misa, y expertos como el profesor Antonio Beltrán –autor de El santo cáliz de la catedral de Valencia– explican que cuando se dice «este cáliz», se alude a «este… y no ningún otro». Es decir, que el Papa estaría sosteniendo la misma copa que empleó Cristo. Esta tesis –nunca desmentida hasta la fecha– confirmaría un hecho trascendental para España: el cáliz que se venera en la catedral de Valencia es el que empleó Jesús para celebrar la primera Eucaristía de la historia.

Según narra la tradición y acreditan numerosas pruebas históricas, tras morir y resucitar Cristo, los apóstoles comprendieron la importancia de aquella cena tan especial en la que Jesús les habló de su cuerpo y de su sangre, del perdón de los pecados, y del mandato de repetir lo que Él hizo. Por eso, san Pedro se hizo con varias reliquias de aquella cena, que seguían en el cenáculo donde habían pasado la víspera de la Pascua. Algunos autores incluso apuntan la posibilidad de que el cenáculo fuese propiedad de la familia de san Marcos, que habría sido traductor de Pedro en Roma y que pondría por escrito en su Evangelio lo que aprendió del pescador galileo.

¿Por qué en Valencia?

Sin entrar en tanto detalle, lo que se da por cierto es que Pedro llevó la reliquia a Roma, que celebró con ella la fracción del pan, y que tras su martirio hicieron lo mismo sus sucesores Lino, Cleto, Clemente, Evaristo, Alejandro… Se trataba de una copa sencilla pero digna, como para una ocasión especial, de ágata semitraslúcida, al estilo oriental, y que la arqueología ha datado entre el año 100 y el 50 a. C. En el año 258, el Papa Sixto II, ante la persecución de Valeriano, entregó la reliquia a su diácono san Lorenzo, oriundo de España, para que la pusiera a salvo. Lorenzo la llevó a Huesca, y con el tiempo pasó a Zaragoza, Barcelona y, finalmente, Valencia, dejando un reguero de piedad, devoción y datos históricos a su paso.

Un Jubileo lleno de misericordia

Ahora, la archidiócesis de Valencia acaba de inaugurar el Año Jubilar Eucarístico del Santo Cáliz, que fue solicitado por el ahora arzobispo de Madrid monseñor Calos Osoro cuando aún era arzobispo valentino. La confluencia con el Año Jubilar de la Misericordia, que comenzará el 8 de diciembre, ha llevado al hoy arzobispo de Valencia, el cardenal Antonio Cañizares, a bautizar esta celebración como Año del Cáliz de la Misericordia, que inauguró el pasado 30 de octubre.

En los próximos meses se desarrollará un catálogo de actividades jubilares, que permitirán a los fieles recibir el perdón de sus pecados, gracias al mismo cáliz que acogió por vez primera la sangre redentora de Cristo. Entre estas actividades destacan las peregrinaciones por vicarías y parroquias hasta la catedral, dos exposiciones y un congreso eucarístico.

Rutas urbanas

Todos los peregrinos, sean de la diócesis o de fuera, y acudan con las peregrinaciones parroquiales o con colegios, asociaciones o familias, podrán ganar el jubileo y contarán con un programa de acogida que incluye la edición de una cartilla y un sello credencial. La catedral acogerá cada día, a las 18 horas, una Misa del peregrino, que los domingos será a las 12 y estará presidida por el cardenal Cañizares. Además, por la ciudad del Turia se ha trazado una Ruta Urbana del Santo Cáliz, que recorre lugares como los jardines del Real, la iglesia del Temple, la escolanía de los Desamparados y la iglesia de San Lorenzo.

Congresos, app…

En diciembre se inaugurará la exposición itinerante El Santo Cáliz, la Eucaristía y la misericordia, que recorrerá la archidiócesis, mientras que el Seminario acogerá otra sobre la Eucaristía y la misericordia. También está prevista la celebración de un Congreso eucarístico; la puesta en marcha de una aplicación sobre el año litúrgico, la edición de unas Catequesis de la misericordia y una formación específica para guías turísticos.