Cuando los refugiados no sean noticia - Alfa y Omega

Cuando los refugiados no sean noticia

La Mesa por la Hospitalidad de la Iglesia en Madrid publica una nota en la que apoya que sean la Administración y las ONG con experiencia quienes atiendan a los nuevos refugiados, pero recuerda que hay miles de refugiados de hecho que necesitan nuestra ayuda

Cristina Sánchez Aguilar
Refugiados escoltados por la Policía en la frontera entre Croacia y Eslovenia. Foto: REUTERS/Srdjan Zivulovic

Aunque hay miles de sirios desplazados, tan solo llegarán 50 a España. La recepción se hará a lo largo de dos años, y la Administración pública, junto con las tres grandes ONG concertadas para esta tarea –ACCEM, CEAR y Cruz Roja–, serán las encargadas de asistir a estas familias durante los seis primeros meses. El Gobierno ya ha convocado a trabajadores con perfiles de educadores, trabajadores sociales o psicólogos para cubrir los primeros puestos de trabajo para atender a los refugiados. También se han liberado cantidades significativas de fondos públicos para asegurar lo relativo al alojamiento, manutención, asistencia psicológica y jurídica, escolarización y sanidad. Así lo asegura la Mesa por la Hospitalidad de la Iglesia en Madrid, que esta semana ha hecho pública una nota en la que recuerda que «es adecuado que sean la Administración y las entidades con experiencia quienes se ocupen de atender a estas personas», y por lo tanto, «no hay previsión de acogida por parte de particulares».

Los refugiados de hecho

El problema vendrá después, cuando hayan pasado los seis meses pertinentes, los refugiados se vean sin recursos para continuar, «y la atención política y mediática se haya reducido». La sospecha de que esto ocurra se funda en casos concretos, como el de Sonia y Luis, un matrimonio sirio que llegó a España hace más de un año y que en diciembre se quedará en la calle porque dejará de recibir ayudas públicas. O el de Sara y sus hijas, también sirias, que, a no ser por la Comunidad Sant’Egidio, estarían viviendo bajo un puente con el estatuto de refugiadas debajo del brazo.

Refugiados que ya están aquí, como Sara o Sonia; decenas de personas «a quienes se les ha denegado el estatuto de refugiado; personas españolas que han sido desahuciadas; inmigrantes que durante años han contribuido con su trabajo a generar riqueza y ahora, con la crisis, esperan la irregularidad sobrevenida…», son los llamados refugiados de hecho y son los destinatarios de la atención de la Mesa, explica José Luis Segovia, vicario de Pastoral Social e Innovación del Arzobispado de Madrid. Es necesario, señala la nota, «orientarnos hacia una solidaridad duradera y no emotivista que vaya a la raíz de los conflictos».

Eso no significa que la Iglesia se desentienda de los refugiados que llegan. Desde que comenzó la crisis humanitaria, el arzobispo de Madrid, monseñor Osoro, instauró la Mesa por la Hospitalidad, publicó la carta pastoral Fui forastero y me acogisteis y presidió una vigilia de oración por los refugiados. Se habilitó un número de cuenta en Cáritas y un representante de la Mesa asiste a todas las reuniones con las autoridades responsables en la acogida a refugiados.

Qué podemos hacer por ellos

• Las causas de los problemas deben ser afrontadas en origen. «Pedimos a los cristianos que sean solidarios con la Iglesia que permanece en origen», señala la nota. «Nuestra gran aportación –añade José Luis Segovia, vicario de Pastoral Social e Innovación del arzobispado de Madrid– es la oración. Dios actúa a través de la misericordia».

• Las autoridades deben ser más generosas en las políticas de asilo. España solo concedió el asilo al 0,4 % de las peticiones de 2014. «También es necesario una mayor diligencia en la tramitación de expedientes, para que no haya que esperar meses y meses a tener una entrevista», afirma el vicario.

• Es necesario hacer operativo el visado humanitario, «que posibilitaría el establecimiento de rutas seguras e impediría a las mafias abusar de la vulnerabilidad de los refugiados», dice la nota.

• No es aceptable la irregularidad sobrevenida por razones económicas en aquellas personas plenamente incorporadas a nuestro país. Por eso, «pedimos que se regularice a las personas que tienen arraigo en España». añade Segovia.

Unidos por los refugiados

Cáritas, la Comisión Episcopal de Migraciones, CONFER, el Sector Social de la Compañía de Jesús y Justicia y Paz han aprobado el Marco Común de la Red Intraeclesial frente a la situación actual. En el documento recogen cuatro constataciones:

  1. La actual situación es el resultado de una política orientada al control de flujos.
  2. Estamos ante una situación que afecta a todos los migrantes.
  3. Es imprescindible activar en Europa una mirada que aborde las causas de las migraciones forzadas.
  4. Las migraciones son una oportunidad para el desarrollo de los pueblos.