«Llego a Burgos para amar y servir a los demás» - Alfa y Omega

«Llego a Burgos para amar y servir a los demás»

Tras casi 20 años como obispo auxiliar de Madrid, el Papa ha nombrado a monseñor Fidel Herráez arzobispo de Burgos. A los 71 años, el abulense regresa a su tierra castellana para que «ninguna persona que quiera caminar en la Iglesia quede fuera». La toma de posesión será el 28 de noviembre

José Calderero de Aldecoa
Bergoglio, Rouco y Herráez en 2014 en Roma durante la visita ad limina. Foto: L’Osservatore Romano.

A pesar de vivir «abierto a Dios para ver lo que quiere de mí, todo me ha ido pillando por sorpresa». Y con 71 años, el Señor ha vuelto a sorprender a monseñor Fidel Herráez. El Papa Francisco le ha nombrado arzobispo de Burgos. Sustituye a monseñor Gil Hellín, que el 2 de julio había presentado su renuncia al cumplir los 75 años. La noticia se hizo pública hace justo una semana, el 30 de noviembre, a las 12 horas. Pocos minutos después el prelado dirigía una carta a sus nuevos diocesanos: «Quiero ser vuestro y de todos. Voy a Burgos para quereros y serviros, especialmente a quienes más necesiten la cercanía y el cuidado de la Iglesia y de su pastor. Desde ahora me tenéis a vuestra entera disposición».

Media hora más tarde, Fidel Herráez se sentaba en la sala de Medios de Comunicación del Arzobispado de Madrid para atender a la prensa. Allí volvió a dirigirse a los burgaleses, a los que animó a «que sean regalo de Dios para los demás» y pidió que «ninguna persona que quiera caminar en la Iglesia quede fuera».

También tuvo palabras, de despedida, para Madrid. «Aquí me he encontrado con tantas personas, rostros concretos, que no hacen ningún ruido pero que permiten a este mundo seguir caminando», dijo. En estos casi 20 años como obispo auxiliar «he procurado pasar desapercibido, hacer un trabajo sencillo, diario, oculto», añadió. Por este trabajo, que ha desarrollado durante 19 años junto al cardenal Rouco y, el último con monseñor Osoro, el actual arzobispo de Madrid le dio las gracias en un vídeomensaje en el que calificó a monseñor Herráez de «hombre fiel, servidor, con entrega total y absoluta a esta diócesis durante tantos años; un hombre que ha derramado bondad».

Al hablar de la labor oculta que corresponde a un obispo auxiliar, monseñor Herráez recordó que «la mayor parte de su vida, Cristo estuvo trabajando sin darse a conocer. Yo doy gracias a Dios por poder haber hecho lo mismo y le pido al Señor que me ayude en esta nueva etapa, más pública, que ahora comienzo».

Monseñor Fidel Herráez, ante los medios, minutos después de ser nombrado arzobispo de Burgos.

A Burgos, ligero de equipaje

Durante la rueda de prensa, monseñor Herráez no rehuyó ninguna pregunta. El arzobispo electo de Burgos habló de la clase de Religión, de la que dijo que «es un derecho de los padres, previo a lo que un gobierno pueda decir». Además, calificó de «gravísimo», pretender retirar esta materia de la escuela, porque «la dimensión religiosa forma parte de nosotros». «Con qué pena oigo: “Eso, para las parroquias”. Hay un gran desconocimiento de lo que es la auténtica educación. Si la escuela es el ámbito de la educación integral, si hay alguna de las dimensiones que no se educa, la escuela no cumple su función», aseguró.

A pesar de las discrepancias, «al nuevo Gobierno le desearé lo mejor para su gestión y para España. La Iglesia debe colaborar para el bien de todos los ciudadanos. Y las autoridades deben respetar y favorecer la libertad religiosa», dijo.

También, al ser preguntado por los periodistas, Herráez se pronunció sobre la retirada de símbolos religiosos, que volvía de estar de actualidad ante la retirada de los crucifijos del tanatorio municipal de Valencia. «Los poderes públicos tiene que respetar las creencias y la fe de los ciudadanos. Si estos quieren los símbolos religiosos, ¿por qué alguien se los va a quitar? Quitarlos es propio de actitudes totalitarias. Los católicos somos también ciudadanos», aseveró.

Monseñor Fidel Herráez iniciará su nueva tarea pastoral en poco menos de un mes, el próximo 28 de noviembre. A sus nuevos colaboradores los escogerá en Burgos. De Madrid, «únicamente me llevo a mí mismo. No porque no tenga ganas de llevarme a nadie, sino porque quiero contar desde ya con los que están allí», explicó.

La relación de don Fidel con el Papa Francisco

Monseñor Herráez ha podido conocer de cerca al Papa que ahora le acaba de nombrar arzobispo de Burgos. Fue en abril de 2006. Al cardenal Rouco, entonces arzobispo de Madrid, le nombraron doctor honoris causa en la Universidad de Mar del Plata, y él le acompañó en el viaje. «Nos alojamos muy cerca de la vivienda del entonces arzobispo de Buenos Aires», recordó el viernes durante la rueda de prensa. «Hubo varias reuniones entre Rouco y Bergoglio», ambos presidentes entonces de sus conferencias episcopales. «Yo solo era un obispillo, así que me iba a retirar. Entonces, el Papa me dijo: “Fidel, tú te quedas y escuchas lo que tengas que escuchar”».

De esos diez días en Argentina, monseñor Herráez recuerda especialmente un día en casa del arzobispo. Después de una reunión de dos horas, surgió una charla espontánea en el pasillo, camino a la cocina:

—«Se os ve muy unidos», le dijo Bergoglio a Herráez.

—«Pues sí, pero es lo normal», respondió Herráez.

—«No siempre se hace así», replicó el arzobispo bonarense.

—«Con la cara de buena persona que tiene usted…».

En ese momento, Bergoglio se giró, puso la mano en el hombro al auxiliar de Madrid y le dijo: «La próxima vez que me confiese será con usted, a ver si opina después lo mismo». «Todos nos pusimos a reír», recuerda monseñor Herráez.

Fidel Herráez volvió a encontrarse con Bergoglio, ya convertido en Papa, durante la visita ad limina de los obispos españoles en 2014. «Hicimos una cola para saludar al Santo Padre. Yo creía que no se acordaría de mí. Pero al verme acercarme, levantó la vista y  dijo en alto: “¡Fidel!” Me reconoció rapidisimamente y me dijo unas palabras muy cercanas».