El Papa entra por la puerta grande

En 1770, el rey Carlos III quiso erigir en Madrid el primer Arco de Triunfo que se construía en Europa tras la caída del Imperio Romano (aunque no tuviese triunfos que celebrar). Nacía la Puerta de Alcalá. Desde entonces y hasta hoy, por sus arcos han cruzado los siglos para tejer la historia de España. Una historia que ha traído días gloriosos y días terribles para los españoles; que ha visto nacer y derrumbarse Gobiernos, regímenes, revueltas e ideologías de todo pelaje. Días de gozo y lágrimas, de libertad y martirio también para la Iglesia, porque España no se entiende sin la fe católica, y la Puerta de Alcalá es testigo de ello. Esta tarde, la Historia volverá a cruzar bajo los arcos del monumento, cuando Benedicto XVI, el sucesor del apóstol Pedro, el Vicario de Jesucristo en la tierra, cruce por ellos para ser recibido por más de un millón de jóvenes y dar comienzo a los Actos Centrales de la Jornada Mundial de la Juventud Madrid 2011. El Papa atravesará un arco del triunfo, igual que hizo Juan Pablo II, en 1996, en la Puerta de Brandeburgo, para recordar que «la fuerza de la violencia y la coacción no pueden penetrar en los corazones», porque «la plenitud e integridad de la libertad tiene un nombre: Jesucristo».

Acompañado todo el tiempo

Pero, ¿cómo va a desarrollarse este histórico acontecimiento? Después de aterrizar en el aeropuerto de Barajas a las 12 h., el Papa hará un recorrido por las calles de Madrid para dirigirse, en el papamóvil, hasta la Nunciatura apostólica. A lo largo del trayecto, miles de peregrinos y de madrileños acompañarán al Santo Padre, e incluso decorarán con banderas y carteles los 23 puentes que Benedicto XVI cruzará en su trayecto. Además, como en cada Visita pontificia, las puertas de la Nunciatura se llenarán de fieles para dar la bienvenida al Papa; por eso, la organización ha previsto que, frente a la Nunciatura, un coro de jóvenes acompañe la espera de los peregrinos con cantos de adoración y alabanza a Dios.

Por la tarde, en torno a las 18:30h., Benedicto XVI volverá a subirse al papamóvil para ir hacia la plaza de la Independencia, donde será recibido por el alcalde de Madrid, que le entregará las llaves de la ciudad. En el trayecto de la Nunciatura hasta la plaza de la Independencia, un grupo de moteros, ciclistas y corredores escoltarán al Santo Padre, que podrá ver, en varios puntos del recorrido, grupos de danza de diferentes países de Hispanoamérica.

Hasta el corazón de Madrid

Ya en la plaza de la Independencia, a las 19:15 h., el Santo Padre entrará simbólicamente hasta el corazón de la ciudad, y de cada peregrino, al cruzar el arco principal de la Puerta de Alcalá, que durante siglos fue la principal entrada a la capital de España, la puerta grande de Madrid. Y tampoco en esta ocasión los jóvenes dejarán solo al Pontífice: un grupo de ellos, de los cinco continentes, cruzará con él los arcos de la Puerta de Alcalá. Un detalle: los dinteles de los arcos están adornados con las cuatro virtudes cardinales: prudencia, templanza, fortaleza y justicia. Nada es casual.

Después de este recibimiento, en torno a las 19:30 h., Benedicto XVI volverá a subirse al papamóvil para dirigirse, por la calle de Alcalá -precedido de un destacamento de la Guardia Real-, hasta la Cibeles. Allí, miles de jóvenes peregrinos recibirán a Benedicto XVI, en la gran Fiesta de Acogida con que se inaugurarán los Actos Centrales de la JMJ. Frente al Palacio de Correos, sede del Ayuntamiento, se ha instalado un escenario blanco, desde el que el sucesor de Pedro dirigirá su primer discurso a los jóvenes, «tanto los que comparten nuestra fe, como los que vacilan, dudan o no creen, y que pueden vivir esta experiencia, que puede ser decisiva en su vida», como recordaba en su Mensaje para la JMJ.

Testimonios para prepararse

Está previsto que acompañen estos días al Papa en Madrid medio centenar de cardenales y 800 obispos de todo el mundo. Y por supuesto, los peregrinos, más de un millón según las previsones. Para recibir esta tarde a Benedicto XVI, se distribuirán a lo largo de la calle de Alcalá (de la plaza de la Independencia a Sol), el paseo de Recoletos (de Cibeles a Colón) y el del Prado (de Cibeles a Neptuno), que estarán cortados al tráfico hasta el día 20, para facilitar la celebración de los actos centrales la JMJ. Se han instalado además pantallas y altavoces, de modo que todos puedan ver y escuchar lo que el Espíritu Santo haga y diga a través de Benedicto XVI.

Ahora bien, como recordaba el Papa en su Mensaje preparatorio, «la calidad de nuestro encuentro dependerá de la preparación espiritual, la oración, la escucha en común de la palabra de Dios y del apoyo recíproco». Por eso, ya desde las 17:30 h., la plaza de Cibeles va a ser escenario de un acto de preparación que combinará testimonios, música y proyección de documentales, con el fin de que todos los peregrinos vayan preparando el corazón ante lo que va a pasar. Más aún: ante Quien va a pasar. Y que todos, sin excepción, abran a Cristo la puerta grande de su corazón.