San Rafael Arnaiz, el Patrono de la juventud más joven - Alfa y Omega

San Rafael Arnaiz, el Patrono de la juventud más joven

Damián Yáñez Neir

Cuando, hace un año, el Comité Internacional de las Jornadas de la Juventud señaló los nombres de los santos Patronos que iban a presidir las que este agosto se celebrarían en Madrid, al ver que entre ellos figuraba san Rafael Arnáiz Barón, a quien solamente hacía un año había inscrito en el catálogo de los santos el Papa Benedicto XVI, recibieron gran alegría todos cuantos conocen la vida atrayente y simpática de este joven trapense. También se alegró quien esto escribe, un monje de 94 años, aunque no sin sentir al mismo tiempo cierta desilusión…

Me explico. Soy la única persona en el mundo que trató al santo mientras fue monje de la Trapa de San Isidro de Dueñas (Palencia): desde su ingreso, el 15 de enero de 1934, hasta caer enfermo, a los cuatro meses, cuando yo llevaba más de un año de noviciado. Después, durante la enfermedad, seguí a su lado hasta poco antes de su muerte, el 26 de abril de 1938. Me causó desilusión, repito, porque con ese nombramiento quedaban truncados los planes que traía entre manos desde hacía varios años. Conocedor de la espiritualidad del santo, mi ilusión era que fuera proclamado Patrono de juventud… Pero como ya no cabe insistir más sobre este asunto, desde el silencio de la Trapa quiero levantar mi voz para pregonar ante jóvenes y ancianos el gran mensaje que dejó escrito Rafael, mi querido compañero de noviciado, mensaje que arrastra hacia Cristo y María. Por algo, un eminente teólogo del siglo pasado, al ponerse en contacto con esos escritos, dijo de Rafael que podía considerarse como uno de los místicos más destacados del siglo XX.