La mano de Malik temblaba - Alfa y Omega

La plaza de Lavapiés de Madrid es un escenario vital de sucesos cotidianos. Es lugar de encuentro y relación, de propuesta y contestación, y hace unos días lo fue también de protesta interreligiosa. Tras los terribles atentados de París, Malí y los bombardeos sobre Siria, los musulmanes del barrio, liderados por sus imanes, propusieron a un grupo de cristianos y cristianas tomar juntos la plaza y hacer una lectura pública de textos sagrados. Nuestro deseo al juntarnos era visibilizar que las religiones no son un problema en la convivencia, sino que las causas del terror y la violencia tienen más que ver con los negocios de las armas, las guerras, las fronteras y la injusticia.

En el acto participaron también colectivos laicos, compañeros en el día a día de hacer del barrio una casa común, un espacio de hospitalidad para quienes vivimos en él y quienes siguen llegando. Iniciamos la plegaria con una sura del Corán y a continuación íbamos intercalando diferentes textos de la tradición musulmana, de la tradición judeo-cristiana, así como de tradiciones laicas. Poco a poco la gente, megáfono en mano, se iba atreviendo a hacer de forma espontánea su propia plegaria.

Éramos blancos, negros, cobrizos, hombres, mujeres, jóvenes… primeras y segundas generaciones. Había dolor en el ambiente por los muertos y preocupación por los vivos.

Malik, un joven maliense, nos recordó que el mayor número de personas asesinadas por el Estado mal llamado Islámico eran musulmanes y que no hay nada más contrario al islam que la violencia. También compartió con nosotros, emocionado, la preocupación por su familia, a la que hace más de cinco años que no ve porque todavía no ha conseguido regularizar su situación.

Malik pidió por la paz y porque todas las personas, sin distinción de su lugar de nacimiento, fueran respetadas, porque no puede haber paz si no no hay respeto por los Derechos Humanos. El imán nos invitó a darnos las manos y a levantarlas, invocando juntos Salam (Paz).

Cuando agarré la mano de Malik estaba temblando.