El jubileo de la unidad de los cristianos - Alfa y Omega

El jubileo de la unidad de los cristianos

El Papa Juan Pablo II cumple hoy 80 años. Desde hace 22 gobierna la Iglesia católica y se ha convertido, por derecho propio bien ganado, en la más alta y creíble instancia moral de la Humanidad en esta hora de la historia del mundo. Al desearle sinceramente toda la felicidad que se merece y pedir para él todas las bendiciones de Dios, Alfa y Omega considera oportuno celebrar tan gozosa efeméride ofreciendo a nuestros lectores uno de los más espléndidos regalos de su excepcional magisterio: el texto íntegro, en traducción de L’Osservatore Romano, de todos los discursos de su inolvidable e histórica peregrinación pastoral a Tierra Santa, al cumplirse 2.000 años de la Encarnación de Jesucristo

Redacción

Al patriarca armenio ortodoxo Torkom II Mannogian (25 de marzo)
El jubileo de la unidad de los cristianos

Beatitud:

Me alegra mucho visitarlo en su residencia después de haber tenido el placer de encontrarme con usted en Roma con ocasión de la memorable visita de Su Santidad Karekin I, en diciembre de 1996. Repito de corazón las palabras que dirigí entonces al patriarca Catholicós de todos los armenios: Que la gracia y la cordialidad de nuestro encuentro llegue a ser «como una lámpara que luce en lugar oscuro, hasta que despunte el día y se levante en vuestros corazones el lucero de la mañana» (2 P 1, 19) (n. 8: L’Osservatore Romano, edición en lengua española, 20 de diciembre de 1996, p. 7).

Este encuentro es un nuevo paso adelante que el Señor nos ha concedido para el robustecimiento de los vínculos entre la Iglesia católica y la Iglesia apostólica armenia. Ojalá que, en este Año Jubilar, en el que oramos más intensamente para que el Señor nos conceda el don de la unidad, nuestra amistad sea una especie de oración que se eleva al Padre como incienso, como la fragancia del sacrificio vespertino ofrecido en la cruz por su Hijo amado. Beatitud, al visitar su casa, me siento como un hermano entre hermanos que trabajan por construir juntos la Iglesia de Cristo. Le agradezco su amable bienvenida y pido al Señor resucitado que le conceda a usted, y a todos los sacerdotes y fieles de la Iglesia apostólica armenia en Tierra Santa, sus dones de prosperidad, alegría y paz.