«Estoy deseando ir a Valencia» - Alfa y Omega

«Estoy deseando ir a Valencia»

Redacción
Foto: Archivo persona de Viktoriia Pisotska

«Estoy deseando ir a Valencia». En la República Checa, Viktoriia, una joven grecocatólica ucraniana, ultima la maleta. Ha participado en los Encuentros Europeos desde el de 2012, en Roma —en la foto, en el de 2014 en Praga—. «Es una buena oportunidad de conocer a gente y profundizar en tu fe. Pero lo que más me gusta es el tiempo de oración. Por un lado es una conversación muy íntima con Dios, pero por otro sientes una comunidad real» con los demás jóvenes cristianos. «Es un tiempo apropiado para sacar conclusiones del año que termina y pensar en tus planes para el siguiente».

En su entorno cotidiano, «no toda la gente es cristiana». Viktoriia intenta compartir su fe sobre todo a través del ejemplo. Le sigue costando, pero «de cada encuentro de Taizé saco más fuerza para compartir mis ideas y experiencias y para glorificar a Jesús abiertamente». También ha participado en encuentros de Taizé más pequeños, como el que tuvo lugar en abril en Ucrania. «Son un soplo de aire fresco para las comunidades locales. Después de una oración alrededor de la cruz, una anciana vino a nosotros muy agradecida. También fue un gesto muy bonito la presencia de jóvenes rusos, y descubrir que podíamos rezar juntos por la paz».

Foto: Archivo personal de François Stely

En la familia de François —fila de arriba, segundo por la derecha—, «el cristianismo es solo una tradición. Mis amigos del instituto no eran cristianos, y tampoco los de la carrera». Pero, entre el instituto y la universidad, algo cambió en la vida de este joven francés: «En 2012, un amigo me preguntó si quería ir a Taizé. Yo creía en Dios pero nunca había estado en la Iglesia. Fue una semana llena de descubrimientos», en la que pudo aprender mucho sobre la fe y «compartir con gente de otras Iglesias». Desde entonces, «empecé a acercarme a la Iglesia», y ahora «ayudo en la pastoral de jóvenes de mi parroquia». También ha crecido en otros aspectos: «Antes, mis relaciones con los demás eran un poco difíciles. Si no encajas en lo normal, te pueden echar del grupo. Era mi caso, pero desde que volví de Taizé y empecé a ir a grupos católicos eso ha cambiado. Los cristianos son más abiertos». Desde septiembre, está en Valencia ayudando a preparar el Encuentro.