Unas Olimpiadas para jugar... y aprender Reli - Alfa y Omega

Unas Olimpiadas para jugar... y aprender Reli

María Martínez López

Durante estos meses en los que hace mejor tiempo, son muy frecuentes, en algunos lugares, las Olimpiadas escolares. El día 19 de junio, en Pinto (Madrid), más de cien niños participaron en unas Olimpiadas muy especiales: las I Olimpiadas Reli es +. Desde hace ya varios años, los profesores de Religión de los colegios e institutos públicos de Pinto trabajan juntos, se ayudan unos a otros y organizan actividades para que los niños y jóvenes que estudian Religión en sus colegios se conozcan entre sí. En cada curso, se hace un tipo de actividad distinta, como excursiones, o un concurso de arte, y este año se les ocurrió empezar con las Olimpiadas para 4º de Primaria.

4º es el curso en el que casi todos los niños hacen la Primera Comunión y, desgraciadamente, después de este encuentro con Jesús muchos abandonan la catequesis y la clase de Religión. El objetivo de estas Olimpiadas era, por un lado, ayudarles a repasar lo aprendido durante el curso, «porque lo han tenido que poner en práctica» en las distintas pruebas, explica don José Miguel, uno de los profesores que ha organizado el encuentro. Al mismo tiempo, querían mostrar a los niños las cosas tan interesantes que se pueden hacer en esta clase, para animarles a seguir en ella los años siguientes. Además, al celebrarse en la parroquia de San Francisco Javier, la más nueva de Pinto, han querido presentarles las parroquias, para «que vengan también aquí», no sólo a clase de Religión. De hecho, ver a tantos niños y el gran cartel que había en la puerta de la iglesia llamaba la atención también de muchos mayores, que se acercaban para enterarse de las actividades de la parroquia.

Victoria, del colegio Isabel la Católica, fue una de las niñas que participó en las Olimpiadas, junto con 19 compañeros. «Me gustaron mucho y, lo que más, la Cristo-kana: teníamos que saltar a tres niños, pasar por debajo de dos aros, dar la vuelta a una pica y entregarle la tarjeta que llevábamos, en la que estaba dibujada una parte de la vida de Jesús, al capitán del equipo. Son cosas que hemos dado a lo largo del año, y si la colocaba bien en el sitio que le correspondía, ganábamos un punto. Al final de las Olimpiadas, nos dieron a cada uno una medalla, dos libros de la vida de Jesús, y también un sombrero verde de la JMJ y una vela».

Y para terminar… un concierto

A Beatriz, del colegio Las Artes, lo que más le gustó fue una prueba que era como el programa Pasapalabra: había un rosco con letras, y «nos preguntaban cosas que habíamos dado en clase», de forma que las respuestas empezaran con cada letra del abecedario. Para clausurar las Olimpiadas y entregar los premios, los profesores invitaron a Migueli, un cantante católico muy conocido por sus canciones religiosas. Los niños no le conocían, pero Migueli se los metió en el bolsillo enseguida: «Era muy simpático -recuerda Beatriz-, estuvo hablando con nosotros y, al final, firmó autógrafos, aunque a mí no me dio tiempo. También cantamos con él una canción sobre cómo tenemos que ser para creer en Dios».

Beatriz ya ha hecho la Comunión, y Victoria la hará pronto, pero las dos van a seguir en clase de Religión. Beatriz explica que «quiero seguir, porque me gusta mucho toda la asignatura, me motiva y me parece divertida». Además, la profesora de Victoria cuenta que, el año que viene, quizá se apuntan algunos niños nuevos, atraídos por las cosas que les cuentan sus compañeros. La iniciativa de las Olimpiadas ha tenido tanto éxito que José Miguel y los demás profesores ya están pensando en pruebas nuevas para el año que viene.