Ser samaritanos: servir y amar - Alfa y Omega

Hoy os presento el testimonio de una voluntaria del comedor Ave María (Madrid), Consuelo, que desde hace 15 años dedica su tiempo a atender y dar cariño a las personas necesitadas. Para ella «servir es la mejor manera de amar», y «amar es dar de comer y transmitir cariño y ganas de vivir». Con motivo del Año de la Misericordia, Consuelo nos invita a ser samaritanos.

«Hemos iniciado un año de gracia y de perdón. Un don de Dios que siente ternura por cada hijo, sobre todo por los tirados al borde del camino. ¿Cómo ser hoy portadores del amor y de la misericordia del Padre? Podemos hacerlo desde nuestra pobreza y en la medida en que nos hayamos sentido perdonados y amados. Si alguna vez te has sentido herido, tirado en el camino, sin rumbo y has experimentado el amor de Dios a través de otros, hoy Jesús de Nazaret te está diciendo al oído: ¿Quieres ser eslabón de esa cadena que desde hace miles de años ayuda y sirve a otros que están heridos, solos, tirados al borde del camino?

Ojalá que en este Año de la Misericordia confiemos más en el Padre y nos convirtamos en verdaderos samaritanos que no solamente ayudemos, sino que amemos y transmitamos esperanza. Cuántos hermanos nuestros quedan tirados en el camino por no tener nosotros tiempo para escucharles, para vendar sus heridas. Pasamos de largo porque no tenemos tiempo para implicarnos. Y a los que se quedan atrás, en la cuneta, por falta de una mano amiga, es muy difícil recuperarlos.

Jesús nos dice: «Dadle vosotros de comer». No seamos ciegos, ni sordos, no miremos para otro lado, seamos sensibles al sufrimiento y al clamor de aquel que camina a nuestro lado y con su mirada triste y su rostro dolorido nos dice: «Necesito tu pan y tu cariño. Necesito tu mano y tu amistad para seguir viviendo».

Hagamos como el Padre Misericordioso hizo, salgamos a los camino del mundo para abrazar y perdonar a todos. Así lo intentamos hacer muchos voluntarios cada mañana en el comedor Ave María de Madrid, procurado ser un canto al amor y a la solidaridad».