«Nos necesitamos unos a otros. No os olvidamos» - Alfa y Omega

«Nos necesitamos unos a otros. No os olvidamos»

«La actual violencia hace más urgente que recordemos a todos y especialmente a los marginados que buscan vivir en justicia y paz», han recordado los obispos de la Coordinadora de Tierra Santa en su mensaje final tras el viaje que acaban de realizar para mostrar la solidaridad con la comunidad cristiana de la tierra donde nació el Señor

Agencia SIC

«Hace falta volver a sentir que nos necesitamos unos a otros, que tenemos una responsabilidad por los demás y por el mundo, que vale la pena ser buenos y honestos» (Laudato Si, 229).

Como obispos de la Coordinadora de Tierra Santa nos hacemos eco de la llamada del Papa Francisco en su reciente Carta Encíclica Laudato si para recordar nuestra interdependencia en un mundo globalizado. Aquí, en esta Tierra Santa para judíos, cristianos y musulmanes, se nos ha recordado durante nuestra visita la presencia permanente de la Iglesia entre los débiles y vulnerables, y los que, muy a menudo, son olvidados. Nos llevamos nuestras experiencias aquí y las historias que hemos escuchado, y nos comprometemos a dar voz a los sin voz.

La actual violencia hace más urgente que recordemos a todos y especialmente a los marginados que buscan vivir en justicia y paz.

A la comunidad cristiana y a los jóvenes de Gaza, no os olvidamos. La guerra de 2014 trajo la destrucción de miles de hogares, así como de infraestructuras materiales y sociales de Gaza, y la muerte de israelíes y palestinos. Un año y medio después, al mismo tiempo que encontramos signos de esperanza y la resistencia de la población es destacable, muchos permanecen sin hogar y traumatizados por la guerra. El bloqueo continúa trayendo desesperación a sus vidas y ellos viven efectivamente en una prisión. En la parroquia de la Sagrada Familia se nos ha dicho: «En este Año de la Misericordia una de las obras de misericordia es visitar a los encarcelados y os agradecemos vuestra visita a la prisión más grande del mundo». La capacidad de tantos cristianos y musulmanes para apoyarse unos a otros en esta situación es un signo visible de esperanza, un ejemplo para todos nosotros en un tiempo en el que muchos buscan dividir a las comunidades.

A la comunidad cristiana de Beit Jala, donde la confiscación Israelí de la tierra y la expansión del muro de separación en el Valle de Cremisan, violando las leyes internacionales, socavan vuestra presencia en la Tierra Santa, no os olvidamos. Durante el 2016 daremos a conocer vuestra situación nacional e internacionalmente.

A aquellos israelitas y palestinos que buscan la paz, no os olvidamos. El derecho de Israel a vivir con seguridad es claro, pero la continua ocupación desanima a ocupantes y ocupados. Los líderes políticos de todo el mundo deben poner un mayor esfuerzo para alcanzar una solución diplomática que ponga fin a cerca de 50 años de ocupación y resuelva el actual conflicto para que los dos pueblos y las tres religiones puedan vivir juntas en justicia y paz.

A los refugiados cristianos que hemos encontrado en Jordania, no os olvidamos. Hemos escuchado el trauma y las dificultades al intentar reconstruir vuestras vidas. Para la mayoría, regresar a casa ya no es una opción. Jordania está haciendo esfuerzos para gestionar el hecho de que un cuarto de su población actual sean refugiados. Los esfuerzos de la Iglesia local y de las ONGs en acoger a todos los refugiados –cristianos o musulmanes- son significativos y encomiables con el objeto de recuperar la perdida dignidad humana de los refugiados, pero la comunidad internacional debe hacer más para aliviar su situación y trabajar por la paz en toda la región.

A los sacerdotes, comunidades religiosas y laicos de la Iglesia en Jordania, no os olvidamos. La Iglesia en Jordania es vital y creciente pero los cristianos están temerosos de la expansión del extremismo en la región. Esperamos que la entrada en vigor el 1 de enero del Acuerdo Global entre la Santa Sede y el Estado de Palestina nos ofrezca un modelo de diálogo y cooperación entre los estados que respete y preserve la libertad religiosa y de conciencia de todas las personas.

Con la promesa de una solidaridad activa, hacemos nuestra la oración del Papa Francisco en Laudato si «O Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar a los abandonados y olvidados de esta tierra, tan preciosos a tus ojos».

Arzobispo Stephen Brislin, Sudáfrica
Obispo Peter Bürcher, Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega, Suecia
Obispo Oscar Cantú, Estados Unidos
Arzobispo Rodolfo Cetoloni, Italia
Obispo Christopher Chessun, iglesia de Inglaterra
Obispo Michel Dubost, Francia
Obispo Lionel Gendron, Canadá
Obispo Felix Gmur, Suiza
Obispo William Kenney, Inglaterra y Gales, COMECE
Obispo Declan Lang, Inglaterra y Gales
Obispo John McAreavey, Irlanda
Obispo William Nolan, Escocia
Obispo Thomas Maria Renz, Alemania
Arzobispo Joan Enric Vives, España y Andorra

Nota del editor:

Desde 1998, la Coordinadora de Conferencias Episcopales en apoyo de la Iglesia en Tierra Santa se reúne con la invitación de la Asamblea de Ordinarios Católicos de Tierra Santa. Bajo los auspicios de la Santa Sede, la Coordinadora de Tierra Santa se reúne cada mes de enero en Tierra Santa, centrándose en la oración, la peregrinación y la persuasión, con el objetivo de mostrar la solidaridad con la comunidad cristiana que experimenta una intensa presión política y socio-económica.