«Los migrantes son imagen de Cristo» - Alfa y Omega

«Los migrantes son imagen de Cristo»

Todos los migrantes «son imagen de Cristo» y «tienen algo de nuevo y de bello que traer», por lo que «nadie debe sentirse superior al otro, sino todos deben darse cuenta de la necesidad de colaborar y contribuir al bien de la única familia de Dios», dijo el Presidente del Consejo Pontificio de la Pastoral para los Migrantes e Itinerantes durante la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado

RV

«Como comunidad cristiana, estamos invitados a mirarnos el uno al otro con los ojos de Dios, viendo no sólo los defectos y las faltas, sino también el gran potencial de bien que cada uno tiene»: con estas palabras recordó el cardenal Antonio Maria Vegliò, Presidente del Consejo Pontificio de la Pastoral para los Migrantes e Itinerantes, «la responsabilidad que tenemos como cristianos hacia nuestros hermanos, particularmente en este Año de la Misericordia, en el cual somos interpelados a redescubrir las obras de misericordia, entre ellas, la llamada a recibir al forastero».

Presidiendo la Santa Misa en la Basílica Vaticana junto a los inmigrantes de diversas partes de Italia que participaron primero en la oración mariana del Ángelus junto al Papa Francisco en la Plaza de san Pedro, el cardenal Vegliò, señaló que «la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado es una ocasión oportuna para recordar que la Iglesia ha siempre contemplado, en los migrantes, la imagen de Cristo».

Dirigiéndose particularmente a cada uno de ellos, afirmó que su presencia en la Basílica de San Pedro «es signo del lazo entre las diferentes Iglesias locales» y «signo de la relación entre su Iglesia local y aquella de Roma». «Su herencia -dijo- certificada a través de su idioma, su cultura y sus tradiciones, testimonia que la fe y la piedad de los migrantes son expresión de su experiencia personal de fe cristiana. La integración no implica ni una separación artificial ni una asimilación, sino que más bien da la oportunidad de identificar el patrimonio cultural del migrante y reconocer sus dones y talentos por el bien común de la Iglesia de Roma, de la Iglesia en Italia, de toda la Iglesia universal». «Todos tienen algo de nuevo y de bello que traer, pero fuente y dispensador es el Espíritu, que ofrece tales dones en vista de un crecimiento mundial. Ninguno debe sentirse superior al otro, sino todos deben darse cuenta de la necesidad de colaborar y contribuir al bien de la única familia de Dios».

Uniéndose a la voz del Santo Padre, el Presidente del Pontificio Consejo de la Pastoral para los Migrantes e Itinerantes, agradeció por su dedicación y coraje a las personas que están al servicio de los migrantes: «Que el Espíritu Santo los inspire a una ‘fantasía de la caridad’ hacia todas las personas en movimiento».