El Ayuntamiento pide disculpas y repone la placa de los ocho mártires - Alfa y Omega

El Ayuntamiento pide disculpas y repone la placa de los ocho mártires

José Antonio Méndez
Foto: Maya Balanya

La de la placa de los ocho mártires carmelitas asesinados por odio a la fe durante la Guerra Civil, situada en las tapias del cementerio parroquial de Carabanchel, puede considerarse la historia de un monumento de ida y vuelta. Los hechos son los que siguen, tal y como los explica Alberto Jerónimo, párroco de San Sebastián Mártir y responsable del camposanto: «El viernes llegó una furgoneta con operarios del Ayuntamiento y, sin avisar a nadie ni pedirnos permiso, quitaron la placa de nuestro muro. Fue sin nuestro conocimiento y sin nuestro consentimiento, y solo nos enteramos porque por casualidad un obrero del cementerio lo vio y preguntó qué estaban haciendo».

Como la retirada de la placa en memoria de los mártires se produjo junto a la de otros monumentos en honor a los muertos del bando nacional, el escándalo no tardó en salir a la luz. En un primer momento, el Consistorio madrileño justificó la retirada por encontrarse dentro del plan de Memoria Histórica aprobado el pasado 22 de diciembre en el Pleno Municipal, e incluso la concejala de Cultura, Celia Meyer, explicó ante los medios que «la placa es de titularidad municipal», aunque estuviese colocada en una propiedad particular, pues el cementerio es titularidad del Arzobispado y no de la corporación municipal.

Nota del Arzobispado y rectificación del Ayuntamiento

Al conocerse la noticia, el Arzobispado emitió un breve comunicado en el que aseguraba que «nos sorprende y preocupa la retirada por parte del Ayuntamiento de Madrid de una placa en reconocimiento y homenaje a ocho beatos carmelitas asesinados durante la Guerra Civil», y aclaraba que «entendemos que se trata de una confusión, pues supondría una inadecuada aplicación de la Ley de Memoria Histórica, dada la exclusiva condición de víctimas de los carmelitas, pacíficos testigos de la reconciliación a la que todos debemos contribuir».

Solo unas horas después de hacerse pública la nota, fuentes del Consistorio aclaraban a la archidiócesis que se había tratado de «un error técnico», y la propia Celia Meyer publicaba una rectificación en la que aseguraba que «lamentablemente hubo un error al retirar la placa» pues «aquellos fusilamientos fueron precisamente delitos de odio, de los que están contemplados en la Ley de Memoria Histórica». Por eso, Meyer aseguraba, sin dar fecha concreta, que «la placa será restituida», al tiempo que pedía «disculpas a quien hayamos podido ofender».

Placa repuesta

Según ha podido saber Alfa y Omega, a primera hora de la mañana de este miércoles 3 de febrero, los mismos operarios del Consistorio madrileño que el viernes se llevaron la insignia han vuelto hoy al cementerio parroquial para colocar la placa de los mártires, que ya está en su lugar.