Crean una fundación dedicada al cardenal valenciano Ricardo Mª Carles para el fomento y atención de vocaciones - Alfa y Omega

Crean una fundación dedicada al cardenal valenciano Ricardo Mª Carles para el fomento y atención de vocaciones

AVAN

El Seminario Diocesano de Tortosa, en Tarragona, ha acogido la presentación de la Fundación Cardenal Ricardo Mª Carles en un acto presidido por el obispo de Tortosa, monseñor Enrique Benavent, y que contó con la presencia del también valenciano obispo emérito de Lleida, monseñor Joan Piris.

La fundación se encuentra en proceso de constitución y estará dedicada al cardenal valenciano Ricardo María Carles (1926-2013) con el fin de «tomar su testigo en el fomento y atención a las vocaciones y los principios y valores verdaderamente cristianos», además de divulgar sus escritos y su obra, según han indicado este lunes a la agencia AVAN fuentes del patronato de la entidad.

En el acto de presentación participaron, además, prelados de otras diócesis como monseñor Romá Casanova y monseñor José Ángel Saiz, obispos de Vic y de Terrassa, respectivamente, así como autoridades religiosas del obispado de Tortosa, sacerdotes, religiosas, familiares y amigos del cardenal Carles.

Ricardo María Carles

Ricardo María Carles Gordó nació en Valencia el 24 de septiembre de 1926 y falleció el 17 de diciembre de 2013 en la ciudad de Tortosa, de cuya diócesis fue obispo durante dos décadas y donde vivió durante los últimos años de su vida.

Tras su ordenación sacerdotal en 1951, fue párroco y arcipreste en la localidad valenciana de Tavernes de la Valldigna hasta 1967, año en que fue trasladado a la parroquia de San Fernando de la ciudad de Valencia.

El papa Pablo VI le confió la diócesis de Tortosa en 1969 a Ricardo María Carles, que eligió como lema episcopal Ut unum sint (Que todos sean uno). En 1990, san Juan Pablo II le nombró arzobispo de Barcelona, cargo de desempeñó durante catorce años, hasta 2004. También fue creado cardenal por el papa San Juan Pablo II el 26 de noviembre de 1994.

Su sepultura se encuentra en la Basílica de la Virgen de los Desamparados de Valencia bajo una lápida con el epitafio «Vivo lo que he creído».