Las Patronas que ayudan a México a ser tierra de oportunidad

El Papa pidió el domingo a las 300.000 personas que participaron en la Misa en Ecatepec (suburbio de la Ciudad de México con altas tasa de pobreza y criminalidad), que «ayuden a hacer de esta bendita tierra mexicana una tierra de oportunidad» y no «una tierra que llora a hombres y mujeres, a jóvenes y niños, que terminan destruidos en las manos de los traficantes de la muerte».

Norma Romero, su madre, Leonila, y sus hermanas llevan desde 1995 repartiendo bolsas de comida a los inmigrantes que cruzan Veracruz en el tren de mercancías conocido como La Bestia. Se las conoce como las Patronas. «Al paso por nuestro pueblo llevan varios días sin comer y se juegan la vida para coger una de nuestras bolsas», explicaba este martes Norma Romero, que mientras habla con Alfa y Omega prepara frijoles para embolsar. «No tenemos tiempo que perder», se excusa.

Para Romero y su familia, «la visita del Papa es muy esperanzadora. Espero que cambie la mente de muchos mexicanos, que puedan tener una visión diferente de los hermanos migrantes, que no los vean como delincuentes —porque muchas veces se dice que vienen a hacer daño—, que no prejuzguen y se pongan a ayudar».

Norma Romero recalca que esta visita es especialmente importante en el Año de la Misericordia, un año «para unirnos, para tendernos la mano unos a otros».

«Los países hermanos de Centroamérica —añade— viven la misma situación que atraviesa hoy México: violencia, falta de oportunidades, pobreza… La gente se mueve no porque sean delincuentes, sino por obligación».