Un arca medieval para los pobres del siglo XXI - Alfa y Omega

Un arca medieval para los pobres del siglo XXI

La diócesis de Sigüenza-Guadalajara recupera su histórica Arca de la Misericordia para que los fieles aporten donativos económicos y en especie. Se trata de una de las cinco iniciativas para este Año Jubilar que se organizan en la catedral

José Antonio Méndez
Jesús de las Heras bendice el arca, en la catedral. Foto: Diócesis de Sigüenza-Guadalajara

En la catedral de Santa María de Sigüenza, en la provincia de Guadalajara, hay un tesoro religioso desconocido para la mayoría, que data del siglo XV y que evidencia la preocupación constante que la Iglesia ha sentido a lo largo de la historia para llevar el amor de Dios a los pobres. Un tesoro nacido a medio camino entre el Medievo y el Renacimiento, que permitía la práctica de la misericordia y que con el tiempo había caído en desuso, sustituida por otras fórmulas para ejercer la caridad. Se trata de la histórica Arca de la Misericordia, que el Cabildo de la catedral ha rehabilitado en el contexto del Año Jubilar de la Misericordia.

Imagen de Santa María la Mayor. Foto: María Pazos Carretero

En la primera mitad del siglo XV, a iniciativa de los canónigos Juan González de Monjúa y Antón González (tío y sobrino, enterrados en la propia catedral con el título de «Maestrescuelas»), se construyó dentro del templo principal de la diócesis seguntina (hoy diócesis de Sigüenza-Guadalajara) un gran arca de madera de dos cuerpos, para que los fieles pudieran depositar sus donativos en metálico o en especies. Con ello se abría la posibilidad de que no solo los adinerados pudieran dar limosna, sino también el resto de los fieles, que tal vez no disponían de dinero suficiente pero sí de alimentos, productos agrícolas o prendas de vestir.

Predecesora de Cáritas

El Arca de la Misericordia de Sigüenza funcionaba por tanto como una predecesora de la atención integral a los pobres y necesitados que la Iglesia dispensa hoy desde los despachos de Cáritas, y se adelantaba más de 500 años al nacimiento de los bancos de alimentos.

Ahora, con motivo del Año Jubilar, la diócesis ha restaurado y puesto en marcha el arca, que fue bendecida el 13 de febrero por el deán de la catedral, Jesús de las Heras Muela, acompañado de los canónigos del cabildo, tras una celebración eucarística y una procesión por las naves del templo.

Imagen del Cristo de la Misericordia. Foto: Diócesis de Sigüenza-Guadalajara

Una gran lona con el logo del Año Jubilar y un pequeño cartel informativo explica a los fieles y a los turistas cómo los dos canónigos del siglo XV «quisieron que los cristianos de la ciudad pudieran colaborar a la atención de los pobres con sus limosnas, en dinero y en especie» y «habilitaron un espacio en la catedral donde recoger estos donativos». E invita a actualizar ese mismo compromiso seis siglos después: «Si quieres alimentar al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, dar posada al peregrino, ayudar al parado… deposita aquí tu ayuda». En el cajón de la izquierda, que se abre sin llave, los fieles pueden dejar sus donaciones en especie, y a través de una abertura en el cajón de la derecha pueden darse donativos en metálico.

Un itinerario en cinco pasos

La restauración del arca forma parte de una propuesta que pretende hacer de la catedral un itinerario que lleve al encuentro con Cristo y a enfatizar el empuje misionero de los cristianos, a través de cinco pasos. Cada vez que alguien peregrine hasta la catedral seguntina para recibir las gracias del año jubilar, los grupos o particulares previamente apuntados serán recibidos en el atrio del templo por dos sacerdotes del Cabildo (en dos turnos, a las 12:15 horas y a las 18 horas), para atravesar en procesión litúrgica la Puerta Santa del templo. Una vez dentro serán conducidos a la capilla del Santísimo, donde se encuentra el sagrario junto a la talla del Cristo de la Misericordia, del siglo XVI. Para acceder a la capilla los fieles atravesarán la Puerta de la Misericordia, y allí podrán tener un tiempo de oración ante Cristo Eucaristía.

Foto: Diócesis de Sigüenza-Guadalajara

Salir como evangelizadores

A continuación serán dirigidos a una capilla con varios confesionarios, para atravesar la Puerta del Perdón y poder celebrar el sacramento de la confesión. Y como «del encuentro con Cristo, en la oración, que es diálogo de amor y de amistad, y del sacramento de la confesión, que es abrazo de perdón y de misericordia, surge la caridad» –según explica Jesús de las Heras en la web de la diócesis–, los fieles continuarán su itinerario hasta el Arca de la Misericordia, situada en la llamada nave del Evangelio, al lado del crucero. Por último, los peregrinos llegarán al altar de la Virgen de la Mayor, patrona de la diócesis, para volver a contemplar, desde dentro, la Puerta Santa, e invitar a los peregrinos a salir por ella como testigos de la gracia recibida y evangelizadores en su entorno cotidiano.

J. A. Méndez / C. Aguilar. Sigüenza