Dos españolas, más cerca de los altares - Alfa y Omega

Dos españolas, más cerca de los altares

Redacción

El Papa Francisco ha autorizado el reconocimiento de las virtudes heroicas de dos españolas: la murciana María Seiquer Gayá, fundadora de las Hermanas Apostólicas de Cristo Crucificado, y la asturiana Práxedes Fernández García, laica y madre de familia.

María Seiquer Gayá nació en Murcia en abril de 1891 y murió en 1975. Se casó joven, pero cuando estalló la Guerra Civil, los milicianos del Frente Popular arrestaron y fusilaron a su marido por ser católico. Al visitar a su marido en la cárcel, le prometió que si ella sobrevivía, ingresaría en un convento. Sin embargo, tras la Guerra, no ingresó en ningún monasterio, sino que ella misma fundó la orden de las Hermanas Apostólicas de Cristo Crucificado, junto a Amalia Martín. A partir de ese momento, comenzó a ejercer la caridad en su propio pueblo, educó niños, alimentó a pobres, ancianos y enfermos, atendió hasta su muerte a una de las mujeres que denunció a su marido, cuidó a los hijos del miliciano que arrastró por las calles el cadáver de su esposo, y logró salvar a los asesinos de su marido.

Por su parte, Práxedes Fernández García nació en Puente la Luisa, Asturias, en 1886, y murió en Oviedo en 1936. Fue madre de cuatro hijos, miembro de la Tercera Orden de Santo Domingo, y ejerció la caridad para con todos, especialmente durante el inicio de la guerra civil.

Además, el Santo Padre, tras reunirse el pasado día 7 con el cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, autorizó a la Congregación a promulgar los decretos relativos a un milagro atribuido a la intercesión de la beata Jeanne-Emilie De Villeneuve, francesa, fundadora dela Congregación de las Hermanas de la Inmaculada Concepción de Castres (1811-1854); un milagro atribuido a la intercesión de la beata Marie-Alphonsine Danil Ghattas (Maryam Sultanah), nacida en Jerusalén (en la Palestina turco-británica), fundadora de la Congregación de las Hermanas del Santísimo Rosario de Jerusalén (1843-1927); un milagro atribuido a la intercesión de la beata María de Jesús Crucificado (Maryam Baouardy), nacida en Abellin, Galilea (en la Palestina turca), religiosa profesa de la Orden de las Carmelitas Descalzas (1846-1878); así como las virtudes heroicas de la Sierva de Dios Carmela de Jesús (Francesca Prestigiacomo), italiana, fundadora del Instituto de las Hermanas del Sagrado Corazón del Verbo Encarnado (1858-1948); de la Sierva de Dios Adalberta (Vojtecha) Hasmandová, checa, Superiora General de la Congregación de las Hermanas de la Misericordia de San Carlos Borromeo (1914-1988); y de la Sierva de Dios Elisabetta Tasca, italiana, laica y madre de familia (1899-1978).