Los cristianos se movilizan contra la corrupción - Alfa y Omega

Los cristianos se movilizan contra la corrupción

CONFER, Cáritas o Manos Unidas se unen a la Iglesia Evangélica Española, representantes del Patriarcado de Moscú o la Iglesia Anglicana en España para decir basta ya a la corrupción y reclamar medidas para la regeneración de la vida pública

José Calderero de Aldecoa
Cerrado por corrupción. Miembros de la Policía Nacional impiden el paso al Ayuntamiento de Estepona, en 2008

Los españoles están hartos de la corrupción. En el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), un 63,9 % de los encuestados consideraban la corrupción como el principal problema de España. Sólo el paro le supera, con un 77 % de los encuestados. La preocupación por la corrupción ha subido un 21,5 % en el último mes y es ya el doble que el año pasado.

Pesan los números de casos de corrupción. En 2013, según el Consejo General del Poder Judicial, se investigaron 1.661 casos. En lo que va de 2014, las causas superan las 1.700, de las que han salido 500 personas imputadas o investigadas y unas 20 han acabado en la cárcel.

La Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal celebrada en noviembre aprobó una Nota Pastoral en la que se pedía una «verdadera regeneración moral a escala personal y social, y con ella, la recuperación de un mayor aprecio común, que sea verdadero soporte para la solidaridad con los más pobres y favorezca la auténtica cohesión social de la que tan necesitados estamos».

El pasado martes, Día Internacional contra la Corrupción, cristianos de varias confesiones presentaron en la iglesia anglicana de San Jorge, de Madrid, el Llamamiento cristiano a la honradez y a la esperanza frente a la corrupción. El documento reclama «la regeneración de la vida pública, frente a la percepción de impunidad que campa en nuestra sociedad y la creciente pérdida de confianza en las relaciones sociales».

Entre los firmantes, por parte católica, están la Comisión General de Justicia y Paz España, CONFER, Cáritas Española, la HOAC, el movimiento de los Focolares…, junto a representantes de diversas Iglesias ortodoxas y comunidades evangélicas en España.

No podemos guardar silencio

Mientras «una minoría de entidades y personas alcanzan impunemente grandes riquezas y poder, gracias a prácticas ilícitas y corruptas», se lee en el texto, «el pueblo asume la mayoría de las cargas fiscales y económicas, sufre recortes en las políticas sociales y degradación de las condiciones laborales. Como consecuencia de lo anterior, aumenta escandalosamente la desigualdad, la pobreza, la exclusión social, los conflictos violentos, los suicidios…».

No es un problema -afirman- exclusivamente español, pero el asunto ha adquirido aquí tintes especialmente preocupantes. «¿Podemos quedarnos callados ante los más de 1.700 casos de impunidad abiertos de corrupción en España y ante la percepción ciudadana de impunidad de los presuntos culpables?», se preguntan.

Unidos para regenerar la vida pública

El manifiesto concluye aportando cuatro medidas para luchar contra la corrupción y fomentar la regeneración de la vida pública. «Convocamos a todos los partidos políticos a recuperar la cultura del diálogo y de la colaboración, para caminar hacia donde nuestro país realmente necesita, y no hacia donde quieren los mercados o los lobbies empresariales y financieros», dice el primer punto.

«Solicitamos cambios legislativos que permitan la independencia real entre los tres poderes del Estado y el nombramiento de sus cargos», añade el documento.

En tercer lugar, «pedimos que se promueva la educación en los valores éticos propios de nuestra riqueza y diversidad cultural, así como de la filosofía, para dotar a los jóvenes de pensamiento crítico y espiritual».

Por último, «pedimos la colaboración de toda la ciudadanía, para no seguir el ejemplo de los corruptos y seguir en el camino que conduce a la vida y no a la muerte. Hay que sanar el tejido social desde el asociacionismo, la ciudadanía activa y participativa».

Cinco millones de voluntarios en España

«Nuestra sociedad sigue manteniendo valores cristianos, éticos y morales que sostienen a la inmensa mayoría de la ciudadanía», dice el manifiesto contra la corrupción. Buen ejemplo de ello son los 5 millones de personas que realizan labores de voluntariado en España. El Día Internacional del Voluntariado, que se celebró el 5 de diciembre, sirvió para reconocer públicamente su labor. Entre voluntarios y donantes, suman ya 7 millones y medio de personas en nuestro país, 400 mil más que en 2010. El voluntariado es «una de las más potentes expresiones de participación ciudadana», afirma un manifiesto de la Plataforma de Voluntariado de España hecho público la pasada semana, que pide que esta actividad sea más difundida, especialmente entre niños y adolescentes. «Queremos que el voluntariado esté presente desde la escuela hasta la universidad».

En la víspera del Día Internacional, el Papa Francisco recibió en el Vaticano a unos 2 mil representantes de la Federación de Organismos Cristianos de Servicio Internacional de Voluntariado, y les habló de la necesidad de «testimoniar el valor de la gratuidad».