La ONU condena la violencia en nombre de la religión

«Los actos terroristas (…) han demostrado que conseguir la armonía y fortalecer el diálogo religioso e intercultural representa un gran desafío», afirmó el presidente de la Asamblea General de la ONU, Mogens Lykketoft.

Ese desafío, agregó, se vuelve ahora «quizá más importante que en cualquier otro momento de la historia reciente».

Lykketoft hizo el llamamiento en un acto impulsado por Kazajistán y Jordania para intercambiar criterios que busquen reforzar la coexistencia pacífica y el respeto de la diversidad cultural y religiosa.

En el discurso de apertura de este debate, Lykketoft recordó que entre las misiones de la ONU se encuentra proteger la seguridad mundial, «pero sobre todo fomentar la tolerancia y el diálogo entre las diversas culturas y religiosos».

Dijo que, en esa misión, los actos extremistas representan una particular preocupación por «la brutalidad y el desprecio a la vida y la dignidad humanas, al margen de lo que motive» a sus autores.

«Hay una necesidad clara de que la comunidad internacional unifique entre las creencias religiosas y todos los países una respuesta a esa amenaza», insistió, y pidió promover estrategias y recursos en esa tarea.

En la reunión, el ministro de Asuntos Exteriores de Kazajistán, Erlan Idrissov, resaltó la urgencia de esta tarea en una etapa en la que hay quieres buscan «tergiversar su religión y abusar de sus valores».

Recordó que su país comenzó en 2003 una iniciativa para celebrar congresos periódicos de líderes religiosos a fin de fomentar el intercambio entre las distintas creencias, en una serie de reuniones que en el año pasado contó con la asistencia de 80 delegaciones.

Pero Idrissov también insistió en la necesidad de concertar acciones mundiales para conformar una coalición global antiterrorista, así como para crear «mecanismos universales que permitan llevar a sus responsables ante la Justicia».

El ministro kazako, cuyo país aspira a un asiento no permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU para el período 2017-2018, recordó que mantener la paz «no es solamente conseguir que cesen los conflictos violentos».

También es «hacer frente a la incapacidad de la comunidad internacional para restablecer la confianza y prevenir los peligros que acechan a la humanidad en su conjunto», añadió el alto funcionario kazako.

En nombre del otro país que promovió la reunión de hoy, el ministro jordano de Asuntos Islámicos, Hayel Abdul Hafeez Daoud, censuró a grupos como el Estado Islámico (EI) que buscan «exportar ideas radicales» amparándose supuestamente en textos religiosos.

Y recordó que cultos como el islam y el cristianismo «solo promueven un mensaje de paz».