El secreto de la vocación - Alfa y Omega

El secreto de la vocación

Papa Benedicto XVI
Benedicto XVI

(A los jóvenes en la catedral de Sulmona, Italia)

La gente, en el pasado, no tenía muchos medios para estudiar, ni tampoco para afirmarse en la sociedad, pero poseía lo que hace verdaderamente rico a un hombre y una mujer: la fe y los valores morales. ¡Esto es lo que construye a las personas y la convivencia civil!

Ante vosotros, jóvenes, surgen dos aspectos fundamentales: uno positivo y uno negativo. El aspecto positivo viene desde vuestra visión cristiana de la vida, una educación que, evidentemente, habéis recibido de los padres, de los abuelos, de los demás educadores: sacerdotes, profesores, catequistas. El aspecto negativo está en las sombras que oscurecen vuestro horizonte: los problemas concretos, y también los valores falsos y los modelos ilusorios, que prometen llenar la vida, mientras que, en cambio, la vacían. ¿Qué hacer, entonces, para que estas sombras no lleguen a ser demasiado pesadas?

Es necesario redescubrir la capacidad de escuchar a Dios en el silencio exterior y, sobre todo, interior. ¿Cómo se puede reconocer la llamada de Dios? El secreto de la vocación está en la capacidad y en la alegría de distinguir, escuchar y seguir su voz. Para hacer esto, es necesario acostumbrar nuestro corazón a reconocer al Señor, a sentirle como una Persona que está cerca de mí y me ama. Es importante aprender a vivir momentos de silencio interior en el día a día para ser capaces de escuchar la voz del Señor. Dicho en una palabra: el secreto de la vocación está en la relación con Dios, en la oración que crece precisamente en el silencio interior. ¿Cómo podemos estar en el mundo sin ser del mundo? Os respondo: precisamente gracias a la oración, al contacto personal con Dios.

(4-VII-2010)