Gentes: Jorge Campamà, médico especialista en cuidados paliativos (en La Vanguardia) - Alfa y Omega

Los médicos acabaremos administrando la muerte con frialdad. Ya ocurre: personas que no quieren vivir con determinada enfermedad acuden a una clínica suiza, les dan un cóctel letal y mueren. No me gusta; lo maquillan de modernidad, pero es la alternativa al afecto, apoyo y analgesia administrados con dedicación y entrega 24 horas al día. Un paciente bien tratado y querido no te pide morir; un buen médico se distingue en su lucha por ser un buen ser humano.