¡Agua, agua, agua, agua! - Alfa y Omega

¡Agua, agua, agua, agua!

Zaloa y Carmen, dos expertas del Área de Cooperación Internacional de Cáritas Española, están visitando el Cuerno de África para evaluar, sobre el terreno, cuál está siendo la respuesta de la entidad a las necesidades de las víctimas de la hambruna que, desde hace meses, azota la región. Alfa y Omega ha hablado con ellas mientras visitaban los proyectos de las Cáritas locales, en el noroeste de Kenia

Cristina Sánchez Aguilar

Agua, agua, agua, agua; para las personas y para nuestros animales. Ésta es la respuesta a la pregunta: ¿Qué necesitáis?, que Zaloa Rasines y Carmen Cabotá están realizando, a diario, durante las visitas a los poblados en los que trabaja Cáritas Española con las contrapartes locales. «Vemos con nuestros propios ojos cómo los pozos están secos», explica Zaloa, técnica de la Unidad Territorial de África.

Aún queda algo de agua salada, y se la están dando a los animales, porque son su único medio de vida: «Ellos viven del ganado y, debido a la falta de agua, están enfermando y muriendo. No tienen leche, que es uno de los productos básicos de la alimentación. Y no tienen carne ni animales que vender y poder comprar comida».

Una de las operaciones que están realizando, durante la visita de Zaloa y Carmen, es el reparto de agua y pastillas potabilizadoras en la población de Hungai, en la provincia de Wajir, al noroeste de Kenia. Durante dos días, se han trasladado un total de 60.000 litros de agua a bordo de varios camiones cisterna y se han repartido más de 1.800 pastillas que hacen el agua potable y libre de infección.

«Hombres, mujeres y niñas estaban agolpados alrededor de los responsables de Cáritas Garissa –la Cáritas local que se encarga de la zona–, atentos a la explicación sobre el uso de las pastillas», explica Carmen Cabotá, Coordinadora del equipo de Emergencias de Cáritas Española.

Ni hablar ya de «los rostros de agradecimiento y satisfacción de la población», cuando llegó el primer camión cisterna, cuenta Carmen, que recuerda una anécdota muy significativa: «Mientras el camión iba rellenando el depósito de agua de Hungai, varias mujeres y niños se dieron cuenta de que había parte del agua que goteaba y caía al suelo. Rápidamente, colocaron un bidón en la fuga para no desperdiciar ni una gota».

Si llueve en noviembre…

Hungai es una de las 12 poblaciones que van a ser atendidas por la red de Cáritas, con el apoyo de Cáritas Española, en la fase de emergencia -distribución de agua y alimentos-, que se ejecutará durante los próximos 6 meses. «La respuesta a medio plazo dependerá de si hay o no lluvias en noviembre. Si las hay, la siguiente fase -de rehabilitación- consistirá, principalmente, en ayudar a las poblaciones a recuperar el ganado que se ha perdido», afirma Zaloa. En el caso de que no llueva en noviembre, «habrá que continuar con las acciones de emergencia», añade.

áritas Española será también, además de evaluar las necesidades de cada momento, continuar velando para que la ayuda económica, fruto del esfuerzo de tantos españoles, siga salvando vidas.

Esperanza, siempre hay

Cuenta Zaloa que, mientras preparaba el viaje, «mi familia y mis amigos me decían que iba a ver cosas muy tristes», pero «lo curioso es que, cuando llegas al terreno, ves situaciones duras, claro, pero no ves tristeza como tal». Los africanos siempre mantienen la esperanza: «Siempre buscan poder recuperarse. Ahora, más que nunca, lo han perdido todo, pero ellos te dicen que, pronto, volverán a estar bien».