Gentes: Jesús Higueras, sacerdote (en Gaudium Press) - Alfa y Omega

El secreto es la oración. Yo creo que el secreto es tener un tiempo diario para la oración, porque la actividad más importante que tenemos que hacer es estar delante del Señor. Y para lo demás: lo que dé tiempo. Saber que no somos protagonistas de nada, que somos instrumentos. El tiempo que tenemos es para la gloria de Dios. El Señor te serena en el tiempo de oración: la Liturgia de las Horas, la Adoración eucarística, el Rosario, la Misa con cariño…, y el resto del día el Señor lo lleva solo.