«Nuestra alegría cristiana debe contagiarse a los que más sufren» - Alfa y Omega

«Nuestra alegría cristiana debe contagiarse a los que más sufren»

Monseñor Osoro multiplica estos días sus visitas a distintas obras sociales de la diócesis de Madrid. Es su modo de predicar con el ejemplo sobre el sentido de la Navidad. «Este mundo necesita de la alegría del Evangelio –ha dicho a Cope–, que «es una alegría transformadora, no es una alegría solamente externa, que nos haga estar bien. Nos cambia el corazón. Y cuando cambiamos el corazón, naturalmente que reímos, pero reímos de otra manera, porque hacemos reír también a los que viven a nuestro alrededor, especialmente a los que más nos necesitan»

Ricardo Benjumea
Monseñor Osoro, durante su visita al poblado chabolista de El Gallinero, el 29 de noviembre. Foto: http://catorcekilometros.blogspot.com.es

«Viendo las realidades humanas que aquí se atienden, donde no se descarta absolutamente a nadie, es un modo singular de descubrir» que, efectivamente, «es verdad que Dios nace y vive en la ciudad de Madrid», decía el viernes el arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro, durante su visita al Instituto San José, de los Hermanos de San Juan de Dios.

Entrevistado desde allí por el Espejo diocesano de la Cadena Cope, monseñor Osoro invitaba a vivir la Navidad con sentido profundamente cristiano. «Este mundo necesita de la alegría del Evangelio», que «es una alegría transformadora, no es una alegría solamente externa, que nos haga estar bien. No, no. A veces nos hace pensar, nos hace cambiar el corazón. Y cuando cambiamos el corazón, naturalmente que reímos, pero reímos de otra manera, porque hacemos reír también a los que viven a nuestro alrededor, especialmente a los que más nos necesitan».

Esa alegría cristiana, según el prelado, es la que transmiten al mundo obras como ésta de los Hermanos de San Juan de Dios. Dios –afirma el arzobispo– «nos da el carné de identidad de hijos» suyos y «hermanos de los demás». Por eso el cristianismo «no es algo teórico, no es algo de conceptos», sino que «fundamentalmente nos dispone a vivir de otra manera». Con visitas a lugares como el Instituto San José, se puede ver que «esto es real, que no es cuento», y ésa «es la maravilla mayor que se puede entregar a este mundo en esta Navidad».

El nuevo arzobispo de Madrid, que vive temporalmente en una residencia de ancianos de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados en Aravaca, y mantiene un trato continuo con sus residentes, está multiplicando estos días sus visitas a obras sociales católicas. El jueves, cenó en el Comedor del Ave María, en el centro de Madrid, que regentan los Trinitarios. «Fue de una hondura especial», contó a COPE. La próxima semana –anunció–, el arzobispo tiene previsto visitar una de las obras de las Misioneras de la Caridad, fundadas por la Beata Teresa de Calcuta.

«Este mundo tiene necesidad, tenemos necesidad de acoger a este Dios que cambia nuestro corazón, que nos convierte a todos no en desconocidos, sino en conocidos», dijo en la entrevista a Cope, conducida por Mario Alcudia, para explicar el sentido de estas visitas pastorales. El viernes 26, como solía hacer también su predecesor, el cardenal Rouco, don Carlos visitará la prisión de Soto del Real.

Para la Nochebuena, a las 12 de la noche, monseñor Osoro ha propuesto a las familias cristianas que enciendan una vela a las 12 de la noche. «Que se distinga que ahí hay discípulos de Jesús», explicó. «Y discípulos de Jesús que intentan hacer que esa luz, que es Jesucristo, es lo que quieren entregar en la ciudad donde estamos».