Jan Sobilo: «El Papa espera que su ayuda nos lleve a la reconciliación» - Alfa y Omega

Jan Sobilo: «El Papa espera que su ayuda nos lleve a la reconciliación»

Jan Sobilo (1962), polaco, llegó a Ucrania como misionero hace 26 años. La diócesis de la que es obispo auxiliar desde 2010, Járkov-Zaporiyia, engloba el tercio este del país, epicentro del conflicto. El Papa lo ha puesto al frente del comité que gestionará lo recaudado en la colecta celebrada en abril para Ucrania

María Martínez López
El cardenal Parolin saluda a algunos fieles durante su visita. A su izquierda, monseñor Sobilo. Foto: Archivo personal de Jan Sobilo

Járkov y Zaporiyia, la diócesis de la que es obispo auxiliar monseñor Jan Sobilo, tiene el tamaño de casi media España, e incluye dos regiones en guerra: Donetsk y Lugansk, donde desde 2014 fuerzas prorrusas combaten contra el Ejército, en un enfrentamiento que ha dejado 10.000 muertos. Las dos sedes del Obispado están lejos del frente, pero «cada día llega información sobre intercambio de disparos, cada día mueren soldados» y crece el medio millón de personas que han huido de la zona de conflicto y se han instalado en la región limítrofe, cuenta.

Monseñor Sobilo es el encargado de que lo recaudado en la colecta convocada por el Papa el 24 de abril llegue «a los más pobres». Así se lo pidió hace unas semanas, durante su visita a Ucrania, el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin.

Sus fieles, de rito romano, son una minoría (el 0,2 % de la población de su diócesis) dentro de la minoría católica, proeuropea y concentrada en el oeste del país. Pero monseñor Sobilo asume el reto de que la ayuda se reparta contando con todos —también con los ortodoxos fieles a Moscú— para que sea un signo de reconciliación.

España ha recaudado 1,6 millones de euros para Ucrania. ¿Se sabe ya la cifra total y cuándo llegará allí?
Solo sé que el portavoz del Vaticano habló de varios millones de euros. Lo recibiremos cuando nuestro comité haya resuelto las cuestiones técnicas.

¿Se encuentra entre estas cuestiones el acceso a zonas en guerra? ¿Tiene la Iglesia presencia allí?
En la zona que no está bajo control ucraniano tenemos a dos sacerdotes, en Donetsk y Lugansk. Las posibilidades de llevar ayuda son muy limitadas. Pero la ONU nos ayudará y esperamos que también se pueda repartir en esa zona. Colaboramos estrechamente con la Iglesia grecocatólica ucraniana y con otras confesiones.

¿Con qué criterios va a trabajar el comité para distribuir la ayuda?
Nuestra tarea es encontrar a los más miserables y a organizaciones que los ayuden, y enviar esa información al Consejo Pontificio «Cor Unum» a través de la Nunciatura Apostólica. Ellos aprobarán los proyectos y les enviarán apoyo económico. Colaboraremos con toda la Iglesia y con organizaciones no eclesiales. Hemos abierto una página web donde se irá colgando toda la información. De momento, podemos decir que la primera ayuda irá a la tierra de nadie [los 15 kilómetros en torno a la línea del frente, N. d. R.]. La prioridad es hacer llegar alimentos, medicinas y materiales para viviendas. También debería prestarse una atención especial a los desplazados que llegan a los pueblos pequeños, donde no se reparte nada de ayuda.

Foto: RISU

¿Por qué el Papa ha elegido a un obispo de rito romano, y no bizantino, para distribuir la ayuda?
La Iglesia católica de rito romano ayuda a todos, sin importar sus opiniones políticas, su idioma o su nacionalidad. El nuncio apostólico en Ucrania examinó los mecanismos de la asistencia humanitaria y decidió encomendar la responsabilidad a este nuevo comité, que contará con el apoyo de otras denominaciones.

Ha hablado de colaboración con otras confesiones. ¿Cómo será esto?
En Zaporiyia tenemos un Consejo de Iglesias que incluye a ortodoxos, protestantes, católicos de rito bizantino y romano, y que también tiene apoyo de musulmanes y judíos. Cada confesión tiene experiencia asistencial. En nuestras reuniones compartimos experiencias y planificamos acciones conjuntas para ayudar a la gente. La guerra nos ha hecho colaborar más estrechamente, amarnos y respetarnos unos a otros.

¿La ayuda de la Iglesia también abarca lo espiritual?
Recordamos a la gente los principios del Evangelio: que vivimos en esta tierra durante un tiempo muy corto, y que la labor de las Iglesias es ayudar al pueblo de Dios a vivir en paz y armonía. Después de los traumas de la guerra también necesitamos enseñar a la gente a perdonar, porque sin perdón la reconciliación es imposible. Y sin reconciliación las siguientes décadas pueden ser muy tristes. Por tanto, nuestra tarea es recordar a todos que somos hijos de un Padre que está en el cielo.

¿Qué ha significado la colecta del Papa para el pueblo ucraniano?
El Santo Padre nos envía apoyo económico con la esperanza de que nos lleve a la reconciliación. Por eso la ayuda está destinada a todos, sin importar su punto de vista sobre el conflicto. El Papa, como Pontífice, construye puentes que nos permiten a los cristianos mirar al futuro con esperanza.

¿Cómo ve el futuro de su país?
Pido a Dios que todos los que se han enriquecido o lo han intentado durante la guerra se conviertan. Se invirtió mucho dinero en la propaganda que llevó a ella. Pero creo que debemos mirar con esperanza a nuestros jóvenes, que son justos, sinceros, sabios y podrían gobernar Ucrania bien. Pero no tienen apoyo económico. Son gente con una reputación sin tacha, esperamos que les llegue el momento y que la gente, después de tiempos difíciles, vote finalmente a unos dirigentes brillantes y honrados.