¡Feliz Navidad! - Alfa y Omega

¡Feliz Navidad!

Redacción

Mirar, deleitarte y caer en la cuenta de todo lo que afecta a tu propia vida el hecho de que Dios se haya hecho hombre, no como una leyenda histórica o un cuentecito infantil, sino de verdad, es lo que santa Teresa de Jesús llamaba «contemplar la divina Humanidad de Cristo». Hace 500 años, la Santa de Ávila lo proponía como un camino para ponderar mejor lo que uno tiene, aprovechar la oración, y sentir y entender que eso de la misericordia de Dios no es un camelo ni una expresión de beatería barata, sino que tiene que ver con tu vida, con tu día a día, y puede hacerte temblar, conmoverte y querer responder al Amor con amor. La Santa sabía que la Navidad es un tiempo excelente para esta contemplación que transforma, y por eso compuso villancicos que rezaba con sus monjas. No para intentar ser más santas, sino por el gusto -que es de justicia- de contemplar al Santo y al Justo. Navidad es mirar al Dios que lloró al nacer y nació para enjugar nuestras lágrimas; al Redentor que nació sucio de placenta ensangrentada para limpiar con su sangre nuestra soberbia; al Rey que olía a mula, se manchó con meconio, se hizo pis y conoció la miseria, para triturar nuestras suciedades y pecados con su misericordia. Navidad es ver al Niño y querer llevar a todos ante el Padre. Y eso, queridos lectores, es lo que Alfa y Omega les desea a todos y a cada uno: una muy, muy feliz Navidad.

Sangre a la tierra

El Niño viene llorando;
Mira, Gil, que te está llamando.
Vino del cielo a la tierra
para quitar nuestra guerra;
ya comienza la pelea,
su Sangre está derramando.
Mira, Gil, que te está llamando.

Fue tan grande el amorío,
que no es mucho estar llorando,
que comienza a tener brío
haviendo de estar mandando.
Mira, Gil, que te está llamando.

Caro nos ha de costar,
pues comienza tan temprano
a su sangre derramar,
havremos de estar llorando.
Mira, Gil, que te está llamando.

No viniera Él a morir,
pudiera estarse en su nido;
¿No ves, Gil, que si ha venido
es como león bramando?
Mira, Gil, que te está llamando.

Dime, Pascual, ¿qué me quieres,
que tantos gritos me das?
– Que le ames, pues te quiere
y por ti está tiritando.
Mira, Gil, que te está llamando.

Con los Reyes

Pues la estrella
es ya llegada,
vaya con los Reyes
la mi manada
.
Vamos todos juntos
a ver el Mesías,
pues vemos cumplidas
ya las profecías.
Pues en nuestros días,
es ya llegada,
vaya con los Reyes
la mi manada
.

Llevémosle dones
de grande valor,
pues vienen los Reyes,
con tan gran hervor.
Alégrese hoy
nuestra gran Zagala,
vaya con los Reyes
la mi manada
.

No cures, Llorente,
de buscar razón,
para ver que es Dios
aqueste Garzón.
Dale el corazón,
y yo esté empeñada:
vaya con los Reyes
la mi manada
.

Santa Teresa de Jesús