Rezamos a Fernando - Alfa y Omega

Rezamos a Fernando

Rodrigo Pinedo

«Ya tenemos un nuevo angelito en el cielo, él os cuidará a todos vosotros. Descansa en paz hijo mío». Hace apenas dos años, el 10 de julio de 2014, Bosco Pelayo (@bpelayom) despedía así a su tercer hijo, Fernando, en Twitter. Durante cuatro meses, personas de todo el mundo habían seguido la lucha diaria de este recién nacido y sus padres, Blanca y Bosco. Gracias a los tuits que estos compartían desde el hospital, estuvieron en su primer baño; vieron cómo agarraba un peluche; vivieron con esperanza los avances y con dolor las malas noticias, y nunca dejaron de pedir por ellos bajo el hashtag #RezoPorFernando.

Fernandito había nacido el 2 de marzo de ese año, tres meses y pico antes de lo previsto, con un peso de solo 700 gramos. Sus padres permanecieron a su lado, apoyándose recíprocamente, sin hacerse reproches ni maldecir su suerte; e intentaron disfrutar cada uno de los pequeños buenos momentos de una historia que se desarrollaba a otro ritmo. Él, por su parte, demostró una fuerza sorprendente y peleó por su vida en cada instante, hasta que las complicaciones fueron demasiadas y el magnífico equipo de La Paz ya no pudo hacer más.

La muerte de Fernando fue dolorosísima para sus padres y en este tiempo, como alguna vez deja entrever Blanca –por cierto, mi hermana–, no han dejado de imaginárselo en su cuna, gateando, diciendo sus primeras palabras, jugando con sus hermanos, Blanca y Bosquete… Pero nunca han tirado la toalla y siguen haciendo camino, enseñándonos a afrontar la vida de otra forma.

Su receta incluye grandes dosis de amor y entrega, un buen puñado de recuerdos del tiempo compartido con Fernandito, la energía que les dan sus otros dos hijos y, sobre todo, mucha confianza en Dios. «Gracias a Dios por haberme dado la oportunidad de vivir la corta vida de mi hijo […]. Mi cabeza no comprende aún lo que ha pasado, pero mi corazón y mi alma están en paz. Hay gente que necesita 80 años para cumplir su finalidad en la vida, para dejar huella, concienciar y conmover, y Fernandito lo ha hecho en tan solo cuatro meses de vida. Ya no está aquí, en su cuna con su chupete y su muñeco, pero estoy segura de que, de una forma u otra, vivirá siempre entre nosotros», dejó escrito Blanca. Desde luego. Ahora, #RezamosAFernando.