¡Feliz Navidad! Así nos hemos preparado - Alfa y Omega

¡Feliz Navidad! Así nos hemos preparado

María Martínez López

El día 14 de diciembre, la catedral de Madrid se llenó de chicos del Movimiento Scout Católico, para que el arzobispo, monseñor Carlos Osoro, les enviara a llevar a todos la Luz de la Paz de Belén con motivo de la Navidad. En esta celebración, todos los niños recibieron una vela con el mismo fuego que ilumina el lugar donde nació Jesús. El arzobispo les explicó que esa vela «representa la Luz que es Jesucristo», que se ha hecho hombre, y «eso lo vivimos y celebramos trayendo la luz de Belén y llevándola a todos los rincones». Por eso, invitó a los niños a ser misioneros y «salir a decir a los demás Quién nos da esa luz y qué provoca en la vida de cada uno de nosotros».

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Durante los últimos fines de semana, miles de niños de Madrid y de otros muchos sitios de España han salido a las calles a sembrar estrellas. Como sabéis, esta iniciativa consiste en regalar a la gente pegatinas con forma de estrella, felicitándoles la Navidad de parte de los misioneros y explicándoles que estamos alegres porque nace Jesús. Martín Lage Fernández, de 6º de Primaria del colegio Santo Ángel, de Orense, lleva repartiendo estrellas desde que era muy pequeño, y nos cuenta que «me lo pasé genial. Lo que más me gustó fue cuando fuimos por las calles todos juntos cantando villancicos». La gente recibía agradecida las estrellas, y se quedaba muy sorprendida al ver a tantos niños contentos a pesar de la lluvia.

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También el Papa Francisco quiso ayudar a los niños a prepararse para la Navidad. El domingo 14 de diciembre, después de rezar el ángelus en la Plaza de San Pedro, bendijo a los Bambinelli, las figuras del Niño Jesús de los belenes. Dijo que Jesús, desde que nació en Belén, «vino a traer la alegría a todos y para siempre. Con Jesús nuestra casa es alegre. Y sin Jesús, ¿hay alegría? ¡No!». Además, el jueves pasado, el Papa estuvo con los niños de Acción Católica de Italia, y les dio estos cinco consejos: no rendirse nunca, interesarse por quienes más sufren, amar a la Iglesia y ponerse a su servicio, ser apóstoles de paz y serenidad, y hablar mucho con Jesús, «el amigo más grande que nunca falla».