Los peregrinos: «Necesitamos renovar nuestra fe» - Alfa y Omega

Los peregrinos: «Necesitamos renovar nuestra fe»

Novatos, veteranos, con dudas, con más fe que antes, solidarios, deseosos de coger fuerzas para el nuevo curso… Así son los jóvenes que van a participar en la JMJ de Cracovia

Pablo H. Breijo
Beatriz (en el centro, con falda estampada) y Juan (primer chico por la izquierda), con el grupo de Alcalá. Foto: Pablo H. Breijo

«Más que con el Papa, los jóvenes que viajan a Cracovia se van a encontrar con Cristo, con su cruz y con su amor», destaca Pedro José Lamata, delegado de Juventud de la archidiócesis de Madrid, quien afirma que «esta peregrinación para los jóvenes tiene dos sentidos muy importantes. El primero, en el que el Papa ha insistido más, en su experiencia personal del amor de Jesucristo, del amor misericordioso de Cristo. Y el segundo, sin duda, en el que también el Papa ha insistido mucho, es la experiencia de ser misioneros de la misericordia. Lo que significa tener el compromiso de que esto que yo he experimentado se lo quiero llevar a los demás con las obras de misericordia».

Marta: Mi primera JMJ

Con ilusión viaja, dentro de la peregrinación de la Delegación de Juventud de Madrid, el grupo de jóvenes de la parroquia de San Jorge. Para muchos de ellos se trata de la primera JMJ, ya que algunos aún no han cumplido ni la mayoría de edad. Es el caso de Marta Carnicero, que espera que esta sea «una experiencia de fe que me impacte. Aunque no haya ido a las anteriores Jornadas Mundiales de la Juventud sí que he oído lo que han dicho los otros Papas. Me acuerdo de que la de Río 2013 se centró mucho en vivir el Evangelio. Tengo mucha curiosidad por saber qué va a decir Francisco en Polonia, el mensaje que va a dar».

Los peregrinos madrileños han rezado en Lourdes, han visitado Lyon y han recalado en Fráncfort. Ya están en Breslavia, ciudad polaca ubicada a unos 300 kilómetros de Cracovia, donde convivirán hasta el 25 de julio con familias locales.

Ana: «Sé que tengo que ir»

Son centenares los testimonios de personas que aseguran que los encuentros con el Papa han dado un giro de 180 grados a su día a día. Muchos refuerzan su creencia en Dios y otros cambian su concepción de la Iglesia católica. Ana Zornoza tiene 18 años y vio las dos últimas jornadas a través de la televisión. «Me gustaría que la JMJ de Polonia me ayudase a aclararme, porque este año he tenido muchas dudas de fe, muchísimas. Sea lo que sea lo que nos diga el Papa lo voy a ver como a alguien cercano, como si me estuviese hablando a mí personalmente», destaca. Y aunque afirma que no espera que su vida cambie radicalmente tras este encuentro, Ana piensa que la jornada «me va a ayudar mucho a tener más confianza en la Iglesia. No espero nada muy grande de la JMJ pero sé que tengo que ir».

Marta, Carlos y Ana peregrinan a la JMJ con la parroquia de San Jorge, de Madrid. Foto: Pablo H. Breijo

La espinita de Carlos G.: «Me perdí la JMJ de Madrid»

«En 2011 sí estaba en Madrid pero no participé en la JMJ. Es una espinita clavada que tengo. Por aquel entonces no estaba metido en la parroquia como lo estoy ahora», destaca Carlos Gómez, un joven de 21 años de San Jorge que afirma que su fe ha crecido en los últimos años. «No sé exactamente qué es lo que voy a recibir en Cracovia, pero voy con mucha ilusión. Esta es mi primera peregrinación. No he hecho el Camino de Santiago, no he ido a Tierra Santa, ni siquiera a los campamentos de la parroquia… Creo que esta JMJ va a marcar un antes y un después en mi vida».

Carlos V.: una JMJ de misericordia

Los que ya saben lo que es vivir varias Jornadas Mundiales de la Juventud son los jóvenes de la parroquia Santa Mónica, de Rivas-Vaciamadrid. Ya fueron voluntarios en la JMJ de Madrid y vivieron una aventura junto al Papa Benedicto XVI en la base aérea de Cuatro Vientos en 2011; durmieron en la playa de Copacabana en Río de Janeiro para rezar junto a Francisco en 2013; y ahora quieren volver a «hacer lío» en Polonia. Y, a la vuelta, harán voluntariado en Croacia con las Misioneras de la Caridad, una experiencia que ya hicieron el año pasado en Etiopía.

En total «somos un grupo de 18 personas de entre 20 y 30 años, y dos de ellas tienen discapacidad», explica Carlos Velado, uno de los jóvenes que ha organizado la peregrinación en la parroquia, quien añade que «este año queríamos vivir la experiencia de la JMJ que pide el Papa, de salir de las parroquias, de hacer lío, de practicar la misericordia en este Año de la Misericordia».

Elena: «Volvemos más cerca de Dios»

La gran mayoría de los jóvenes que peregrinan a Cracovia no solo busca vivir una experiencia lúdica internacional; también busca profundizar en su amor hacia Jesucristo y la Iglesia. «Hay veces que necesitamos renovar nuestra fe, por mucho que la intentemos cuidar durante el año y vayamos a Misa. Cuando vamos a una peregrinación volvemos más cerca de Dios, con más ganas de hacerlo todo bien», indica Elisa del Álamo, una joven de Santa Mónica que ya fue voluntaria en Madrid 2011 y vivió en persona la JMJ de Brasil en el verano de 2013.

Carlos Velado y Clara Isabel, primero y tercera por la derecha, el año pasado en Etiopía. Foto: Parroquia de Santa Mónica, Rivas-Vaciamadrid

Clara: «Que las palabras del Papa lleguen a tu vida es un lujo»

No sentirse solo en la vida de fe y encontrarse con personas creyentes de su misma edad son dos de los puntos clave que más suelen destacar quienes han vivido una Jornada Mundial de la Juventud, desde que san Juan Pablo II convocase la primera en Roma en 1984.

«Cualquier peregrinación, cualquier grupo de personas que se juntan con el mismo objetivo de encontrarse y acercarse un poco más a Dios me ayuda y me da un empujón para seguir y para llevar mejor el año o el curso», afirma Clara Isabel Román, quien explica que todo el grupo de amigos que va desde la parroquia de Rivas-Vaciamadrid ha organizado este viaje con mucha ilusión y con muchas ganas de que salga bien. Y resalta que «irte a Polonia a recibir las palabras del Papa y que esas palabras te lleguen a ti, a tu vida diaria, es un lujo».

Beatriz: «Que nos enamoremos del Señor»

Dentro del grupo de la Conferencia Episcopal Española peregrinan los cien jóvenes de la diócesis de Alcalá de Henares. Hace una semana recogieron las camisetas de color azul que les identificarán como diócesis en la JMJ y las camisetas rojas que ha diseñado la CEE. Ambas prendas las guardan para vestirlas la próxima semana en Cracovia con el deseo de que Francisco lea lo que pone la camiseta y sepa de qué lugar del mundo vienen. «Espero que el Papa nos transmita la alegría con la que él vive siempre, con esas ganas de Cristo y con esa fuerza que él tiene para que nosotros realmente nos enamoremos del Señor», indica Beatriz Fra, quien añade que en esta Jornada Mundial de la Juventud desea «vivir la misericordia y experimentarla en los demás, en todos los jóvenes que vamos a ir. Me apetece vaciarme de mí y llenarme de Dios».

Juan: «Vengo con corazón abierto»

La experiencia muestra que son muchos los que han encontrado su vocación a la vida religiosa o al matrimonio en estos encuentros junto al Papa. «Encaro esta peregrinación con la esperanza de poder crecer en mi fe y que se cumpla la voluntad del Señor sobre mí. Vengo con un corazón abierto para que me sorprenda en lo que tenga preparado para mí», afirma Juan Guerrero, un joven de Alcalá de Henares para quien esta es la primera JMJ de su vida.