Xavier Novell: «Los más jóvenes están descubriendo a san Juan Pablo II» - Alfa y Omega

Xavier Novell: «Los más jóvenes están descubriendo a san Juan Pablo II»

Cuando fue elegido obispo de Solsona en 2010, monseñor Xavier Novell eligió como lema episcopal Todo hacia la evangelización. El obispo más joven de España (47 años) intenta llevar a cabo esta apuesta por la nueva evangelización en su pequeña diócesis, y coordinando la pastoral juvenil en toda España

María Martínez López
Monseñor Novell con algunos jóvenes de Solsona, el lunes, en el santuario de Czestochowa. Foto: Josep María Vilaseca

¿Cómo fue la experiencia de los jóvenes de Solsona durante los Días en las Diócesis en Sandomierz?
Maravillosa, y ha sido así en toda Polonia. Las familias, los jóvenes y los sacerdotes de la parroquia donde estábamos se han volcado en una hospitalidad llena de amor y entrega. Hemos estado todos en familias. Ahora, en Cracovia, también están todos en casas. Esto es una sorpresa y signo de cuánta gente se ha implicado en la JMJ y de su sentido de Iglesia.

¿Qué añaden los Días en las Diócesis a una JMJ?
Una dimensión interesante: el contacto directo con los jóvenes del país que acoge. En la jornada, el joven tiene una experiencia bonita de catolicidad de la Iglesia, pero los DED le permiten descubrir la riqueza de la fe en otra parte del mundo y conocer de forma personal a 15 o 20 jóvenes con los que comparte oración y catequesis. En Sandomierz, se despedían con lágrimas. Por eso, aunque las diócesis de Cataluña no ofrecían participar en los DED, nosotros deseábamos vivirlos.

¿Cómo fue la Misa de españoles en Czestochowa, el lunes?
Los jóvenes estaban radiantes por esta experiencia. De la homilía del cardenal Ricardo Blázquez, me quedo con esa idea profunda de cómo construir una Europa cristiana. Tocó muy bellamente la fibra de quienes hemos experimentado la hospitalidad polaca. El país donde uno ha tenido una experiencia así se convierte en un país hermano. Esta hospitalidad que aparece cuando los hermanos se encuentran hace posible la llamada del Papa a que Europa sea realmente fraterna.

Foto: De San Bernardo

Su diócesis es pequeña. ¿Qué significa una JMJ para sus jóvenes?
Les muestra que no están solos, que hay muchísimos jóvenes que siguen a Cristo, y esto les hace un bien inmenso. Nuestro grupo tiene 26 jóvenes —que para nosotros es un éxito—, de 16 a 23 años. Nunca han tenido la experiencia de una JMJ y están sorprendidos, con los ojos muy abiertos. También les sorprende que haya jóvenes simpáticos, alegres, que son piadosos. Ven que la normalidad es perfectamente compatible con ser católico y estar en la Iglesia.

¿Tienen miedo a un ataque?
En las conversaciones aparece el tema del riesgo. Comentando con ellos el atentado de Múnich los vi tranquilos, hablando serenamente de cómo percibirían sus amigos que les pasara una cosa así. No están atemorizados, piensan que es posible que suceda algo, pero también en casa o en el coche. Yo, sinceramente, no tengo miedo. Aquí se ve una presencia policial importante, sin ser apabullante. Y estamos en manos de Dios.

¿Se está notando que esta es la JMJ del Año de la Misericordia?
Los chicos son sensibles a que este es un año de gracia, y a que esta JMJ nos ayuda a vivir esta gracia del perdón y del amor de Dios, a experimentar la misericordia de Dios y ponernos manos a la obra para ser misericordiosos con los demás. Las catequesis son una ocasión para que los jóvenes no lo desaprovechen, se confiesen y escuchen qué les pide el Señor para vivir más misericordiosamente. A los obispos catequistas nos han pedido que seamos concretos y aportemos testimonios personales.

Esos jóvenes apenas recordarán a san Juan Pablo II. ¿Cómo les están transmitiendo su legado?
Son sobre todo jóvenes del Papa Francisco, tocados por sus gestos, sus palabras y su imponente capacidad de hablar al corazón. En Polonia están descubriendo a san Juan Pablo II Magno. Hay imágenes suyas en todas partes. Nosotros les transmitimos cómo apostó por la juventud, y que esto que están viviendo lo creó él. Y también cómo les dijo que no tuvieran miedo a abrir las puertas de su corazón a Cristo. Los jóvenes son, por naturaleza, valientes. Pero en este mundo, a causa de la competitividad, de la incertidumbre ante el futuro, de ser pocos, corren el riesgo de vivir atemorizados. También cuando el Señor los llama, esta vocación puede quedar truncada ante la inmensidad de lo que les pide. Juan Pablo II les repite que no tengan miedo.

Tras más de 30 años de JMJ, ¿qué necesita la pastoral juvenil para mantener la tensión evangelizadora?
Al acabar la JMJ de Madrid, nos planteamos este desafío con mucha fuerza. El Congreso Nacional de Pastoral Juvenil de Valencia, en 2012, tuvo un enfoque muy misionero, de invitar a crear nuevos caminos para que los jóvenes se encuentren con el Señor; y lo profundizamos en el Encuentro de Equipos de Delegaciones Diocesanas y Movimientos Nacionales de Pastoral Juvenil de 2014, en Zaragoza. Estamos intentando desarrollar esto de un modo ordenado y profundo, ofreciendo a las diócesis estos caminos nuevos. En España han tenido una difusión importante los cursos Alpha o Una Luz en la Noche, pero también otras iniciativas con música. Estamos trabajando el tema de los vídeos virales y los cortos. Estamos ilusionados, se están probando cosas. Por otro lado, cuando ofreces a quien nunca ha escuchado al Señor la ocasión de que Él toque su corazón, luego tienes que acompañarlo. Ahora estamos trabajando también ese acompañamiento, por ejemplo con pequeños grupos e itinerarios de formación.