Fe e imaginación cultural - Alfa y Omega

El teólogo Pierangelo Sequeri dice que la recuperación de la iniciativa cultural del cristianismo exige, por su parte, desencanto del mundo, cultura impecable y pasión por el género cultural. El cristianismo en su dimensión de drama tiene una elocuente presencia en el universo de las series de ficción, ese nuevo género que está cumpliendo las funciones de la novelística en tiempos pasados. El drama es siempre drama de la imaginación. Hay generaciones que ya no leen, solo ven series y consumen youtubers. Como decía Newman «al corazón no se llega, por lo general, mediante la razón, sino a través de la imaginación». ¿Qué es lo que está llegando a nuestra sociedad a través de la imaginación en la series? ¿Cuál es por tanto la imaginación de estas nuevas generaciones? En las factorías globales (HBO, ABC, FOX, NBC, CBS, Netflix, entre otras) nos topamos con frecuencia interpelaciones a la conciencia cristiana que van más allá del mero recurso a la descripción. No debiéramos obviar esta realidad.

No se trata solo de argumentar para poner en evidencia el papel y el valor de las series de ficción desde el dinero que se mueve en ese mercado. O analizar el número de las audiencias de este fenómeno de la globalización; o reflexionar sobre la relación que hay que establecer entre el fenómeno de la neotelevisión (nuevas formas de demanda y consumo mediante dispositivos miniaturizados) y el universo de las series; o de hablar de los criterios de las denominadas series de calidad –la estética en el entretenimiento–. De lo que se trata aquí es de tener la oportunidad de encontrarnos y dialogar con estos productos culturales. Por ejemplo, qué se nos está diciendo cuando en Sense 8 (Netflix), el producto más acariciado de la última factoría de los Wachowski –Matrix– junto con J. Michael Straczynski –Babylon 5–, nos topamos con una reflexión sobre el pecado de la soberbia en la condición humana, citas de santo Tomás de Aquino al lomo; o en el primer capítulo de la primera temporada de True detective (HBO) y esa inquietante reflexión sobre Getsemaní en medio de un diálogo evocador de Nietzsche, Schopenhauer, Derrida, como especie de vía apofática; o el rol del pastor anglicano en la británica Broadchurch (ITV), con una propuesta sobre la función del cristianismo en relación con la violencia, el dolor y los vínculos sociales. Lost (ABC), Leftovers (HBO), Resurrection (ABC), House of cards (Netflix)… nombres que les sonarán además.