Los ángeles: amigos y compañeros de viaje - Alfa y Omega

Los ángeles: amigos y compañeros de viaje

Algunos santos han tenido el privilegio de ver a sus ángeles de la guarda y hablar con ellos. Como a los santos, a los ángeles custodios se les debe un culto de veneración

Santiago Cantera Montenegro OSB
El Ángel de la Guarda (detalle), Filippo Vitale (1617). Nápoles, iglesia de la Pietà dei Turchini

La Iglesia celebra hoy la fiesta de los santos arcángeles y el 2 de octubre la de los ángeles custodios. Pero, ¿existen los ángeles o son un mito del pasado? Muchos niegan su existencia y a la vez parecen estar de moda, con frecuencia en relación con doctrinas de la Nueva Era. Podemos decir que su existencia se fundamenta en cuatro elementos:

• La fe: es una verdad que se afirma en la Sagrada Escritura (¡148 citas en el Antiguo Testamento y 74 en el Nuevo!), en la Tradición y en el Magisterio de la Iglesia.

• La experiencia de los santos: al igual que Jesucristo, muchos santos han conocido las tentaciones diabólicas y han invocado a los ángeles buenos, percibiendo su protección.

• La prueba lógica o racional: santo Tomás de Aquino enseña que el orden jerárquico de la creación exige la existencia de unos seres espirituales entre Dios y los hombres.

• La prueba histórica o del consenso: todos los pueblos han creído siempre en la existencia de unos espíritus puros superiores al hombre e inferiores a la divinidad.

Los ángeles forman parte de nuestro entorno, aunque no los veamos ni oigamos ni palpemos. Ellos nos ayudan y nos ponen en contacto con Dios. Y Dios, Padre amoroso y providente, ha dado a cada uno un ángel de la guarda que le protege y le guía hacia Él.

«Sus ángeles están viendo siempre el rostro de mi Padre»

En una ocasión, Jesús dijo acerca de los ángeles de los niños algo que se debe entender también de cada ángel de la guarda: «Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles están viendo siempre en los cielos el rostro de mi Padre celestial» (Mt 18,10; Lc 1,26). Todos hemos recibido un ángel custodio. Por eso san Bernardo dice: «Siempre que sintáis el agobio de la tentación violenta, siempre que las aguas de la amarga tribulación amenacen ahogaros, invocad a vuestro guardián, llamad a vuestro guía, gritad a vuestro salvador en los momentos de tribulación. Haced de los ángeles de Dios vuestros amigos familiares; frecuentad su sociedad mediante el recuerdo constante y la oración ferviente, pues ellos están siempre junto a vosotros para consolaros y protegeros».

Los ángeles de la guarda nos libran y nos defienden de multitud de males y peligros, tanto del alma como del cuerpo; contienen a los demonios para que no nos hagan todo el daño que quisieran; excitan en nuestras almas pensamientos y consejos buenos; ofrecen a Dios nuestras oraciones e imploran su auxilio; iluminan nuestro entendimiento; nos asisten a la hora de la muerte; nos consuelan en el purgatorio y nos acompañan eternamente en el Cielo.

«¿Hablo con mi ángel de la guarda?»

Algunos santos han tenido el privilegio de poder ver a sus ángeles de la guarda y hablar con ellos. Así, santa Francisca Romana (1384-1440) lo veía desde niña y, cuando ella cometía alguna falta, él desaparecía de su vista, pero volvía en cuanto se arrepentía. Santa Gema Galgani (1878-1903) tuvo experiencias parecidas. Por eso el Papa Francisco nos anima a tratar con ellos: «¿Cómo es la relación con mi ángel custodio? ¿Lo escucho? ¿Le digo buenos días por la mañana? ¿Le digo: “Cuídame mientras duermo”? ¿Hablo con él? ¿Le pido consejo? ¿Cómo es la relación con este ángel que el Señor ha enviado para custodiarme y acompañarme en el camino, y que ve siempre el rostro del Padre que está en los cielos?» (2-X-2014).

Como al resto de los ángeles buenos y a los santos, a los ángeles custodios se les debe un culto de veneración. Ellos son los patronos de la Policía Nacional de España. Además, por el Antiguo Testamento sabemos que también las colectividades humanas, principalmente los pueblos o naciones, cuentan con ángeles custodios encargados de protegerlos. Estas referencias se hacen especialmente al pueblo de Israel, pero en el libro de Daniel hay alusiones claras a la existencia de los ángeles guardianes de otros pueblos y naciones.

A partir de aquí, varios padres de la Iglesia, como san Basilio y el Pseudo-Dionisio Areopagita, enseñaron que la Providencia divina ha puesto al frente de cada nación un ángel que la conduzca hasta Dios. En 1917, el ángel que se apareció a los tres pastorcitos en Fátima les dijo ser «el ángel de Portugal». Existe también la imagen y la fiesta del Santo Ángel Custodio de España con reconocimiento de la Santa Sede.