«No pasemos ahora a inquisiciones laicas» - Alfa y Omega

«No pasemos ahora a inquisiciones laicas»

Con respeto y desde el «cuidado a las formas», pero «con libertad». La Iglesia debe poder decir lo que piensa frente a quienes intentan imponer a toda la sociedad la ideología de género, dijo el portavoz de los obispos, José María Gil Tamayo, preguntado sobre la polémica en torno a un colegio católico en Alcorcón

Ricardo Benjumea
Fachada del colegio Juan Pablo II, de Alcorcón. Foto: Belen Díaz

«La ideología de género representa una imposición absolutamente contraria a la antropología cristiana. La Iglesia no puede dejar de decir su visión del hombre, del matrimonio y de la familia, y debe hacerlo con libertad». «Gracias a Dios hemos superado todas las inquisiciones. No pasemos ahora a inquisiciones laicas». Esta fue la respuesta del portavoz de los obispos al ser preguntado por la polémica en torno al colegio concertado Juan Pablo II de Alcorcón (diócesis de Getafe) al término de la reunión de la Comisión Permanente de la CEE celebrada la pasada semana.

En una carta a los padres y madres, el director del centro, perteneciente a la Fundación Educatio Servanda, trazó un símil entre lo que califica como una imposición de la ideología de género en los centros escolares de la Comunidad de Madrid y el «fanatismo terrorista». La presidenta Cristina Cifuentes ha anunciado la apertura de una investigación.

José María Gil Tamayo eludió entrar en el caso particular, y se remitió a pronunciamientos de los obispos acerca de una ideología que, en su vertiente más radical, considera las categorías de varón y mujer como un mero constructo cultural que cada persona elige a su arbitrio. Dicho lo cual, subrayó que cualquier crítica debe hacerse desde «el respeto exquisito a los demás» y pidió «cuidar las formas».

Acompañar los procesos de nulidad

Gil Tamayo informó además de un curso sobre nulidades matrimoniales para párrocos y agentes de pastoral familiar que ofrecerán la Conferencia Episcopal y la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad Eclesiástica San Dámaso, en colaboración con el Tribunal de la Rota, los días 28 y 29 de noviembre. La Rota es el máximo organismo vaticano en lo referente a causas matrimoniales, si bien España tiene el privilegio de contar con su propio tribunal.

El decano de Derecho Canónico de la universidad del Arzobispado de Madrid, Roberto Serres, explica a este semanario que el objetivo es ayudar a un mejor discernimiento pastoral «cuando se presenta en la parroquia una posible causa de nulidad». No se trata de «cuestiones técnicas, judiciales», sino de que «el párroco, los catequistas, la comunidad… acompañen a estas personas», para prestarles «atención pastoral en coordinación con el tribunal eclesiástico que lleva su caso». Los ponentes del curso –subraya Serres– serán el decano y los jueces de la Rota, «personas con mucha experiencia».

La previsión es que se celebren jornadas similares en el futuro para ofrecer un tipo de formación que demanda el motu proprio del Papa Mitis Iudex Dominus Iesus. Además de agilizar las nulidades y establecer la gratuidad de los procesos, Francisco acentúa en esa norma la responsabilidad del obispo diocesano, tanto en lo que se refiere a la causa judicial, como en su deber de atención pastoral a las personas que atraviesan situaciones difíciles.