Una estrella los guiaba - Alfa y Omega

Una estrella los guiaba

La Epifanía, o «manifestación», del Señor, que desde la antigüedad celebra la Iglesia de Oriente el día 6 de enero, es, en su origen, la misma fiesta de Navidad que, también desde antiguo, celebra la Iglesia de Roma el día 25 de diciembre. Cuando, en la segunda mitad del siglo IV, el Occidente cristiano comienza a festejar la Epifanía y el Oriente acepta la fiesta de Navidad, la solemnidad de la Epifanía del Señor en el día 6 de enero se transforma, pero en realidad la celebración de este día sigue teniendo en el centro al Niño Dios. Toda la Iglesia celebra ya desde entonces el 25 de diciembre el Nacimiento de Jesús en Belén, y el 6 de enero Oriente celebrará el Bautismo de Jesús en el Jordán, y Occidente, la adoración de los Magos. Como el relato evangélico habla del ofrecimiento de tres dones -oro, incienso y mirra-, se empezó a pensar que serían tres los magos de Oriente. A partir del siglo VI se comenzó a llamarlos Reyes, y desde el siglo IX aparecen sus nombres: Melchor, Gaspar y Baltasar. La honda vivencia popular de esta fiesta en España brilla en los versos de nuestros poetas, como la estrella que condujo a los Magos hasta el portal de Belén

Redacción
Anuncio a los Magos. Museo de Arte de Cataluña (siglo XII)

Joya es

Hallar el Verbo encarnado
y a Dios humano y divino
es ver un diamante fino
en bajo plomo engastado;
joya es que nos ha dado
el Cielo por la más bella,
y topar al fin con ella
entre pajas y basuras,
por Dios, Reyes, que es ventura
y que tenéis buena estrella.

Alonso de Ledesma

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Adoración de los Reyes. Maestro Francke (siglo XV)
Adoración de los Reyes. Maestro Francke (siglo XV)

Sólo la sed nos alumbra

En el cielo hay una estrella
nueva y lentísima, es
la estrella de Dios que guía
hacia el portal de Belén.Los Magos, como son magos
vieron la estrella nacer;
los hombres, como son hombres,
la miran y no la ven.

De noche iremos, cuando la sombra
de todo el mundo se junta,
de noche, cuando el camino
huele a romero y a juncia,
de noche iremos, de noche,
sin luna iremos, sin luna,
que para encontrar la fuente
sólo la sed nos alumbra.

Luis Rosales
Retablo sacro del nacimiento del Señor

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Adoración de los Reyes. Capilla de San Martín de la catedral vieja de Salamanca (siglo XIII)

Dios en los cabos

Suenan tambores, suenan,
suenan, suenan
gaitas, chirimias, cuernos
y vihuelas.-Dígame, Rey Mago,
quién le trajo aquí.

-De mi torre pina
estrella que vi.

-Y a tí, pastorcillo,
¿quién te lo anunciaba?

-Por mis soledades
un Ángel pasaba…

Escribas cerraron
puertas y ventanas.

Huyen mercaderes
de visiones vanas.

Para calar pronto
si viene el Señor,
cuídate ser Mago
si no eres pastor.

¡Oigan los señores, oigan, oigan, oigan!

Dios está en los cabos, los cabos se tocan.

Eugenio D’Ors

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Anuncio a los Magos. Vidriera de la catedral de Lyon (siglo XIII)
Anuncio a los Magos. Vidriera de la catedral de Lyon (siglo XIII)

A los Reyes Magos

Reyes que venís por ellas
no busquéis estrellas ya;
porque donde el sol está
no tienen luz las estrellas.

Reyes que venís de Oriente
al oriente del sol solo,
que más hermoso que Apolo
sale del alba excelente;
mirando sus luces bellas
no miréis la vuestra ya;
porque donde el sol está
no tienen luz las estrellas.

No busquéis la estrella agora,
que su luz ha oscurecido
este sol recién nacido
en esta virgen aurora.

Ya no hallaréis luz en ellas;
el Niño os alumbra ya;
porque donde el sol está
no tienen luz las estrellas.

Aunque eclipsarse pretende,
no reparéis en su llanto,
porque nunca llueve tanto
como cuando el sol se enciende.

Aquellas lágrimas bellas
la estrella oscurecen ya;
porque donde el sol está
no tienen luz las estrellas.

Lope de Vega