Chibok, mucho por hacer - Alfa y Omega

Chibok, mucho por hacer

Rosa Cuervas-Mons
Foto: EFE/STR

«Amina ya no es Amina, pero ha vuelto». Así describía la prensa internacional la llegada a casa de la primera Chibok Girl –una de las más de 250 niñas secuestradas por el grupo terrorista Boko Haram en 2014–, rescatada en mayo de 2016 junto al bebé que había tenido con el hombre con el que fue obligada a casarse. Tenía 17 años cuando fue secuestrada.

Ahora son 21 las mujeres, muchas niñas aún, que vuelven a sus hogares tras más de 900 días de cautiverio, violaciones, hambre, humillaciones y maltrato en manos del grupo terrorista que asola Nigeria, Níger, Chad y Camerún. 21 niñas que tendrán que soportar la estigmatización de haber sido mujeres de los terroristas, además del miedo, la recuperación psicológica… 21 niñas que ya no son las que se fueron, pero que han vuelto. Su puesta en libertad es, se mire como se mire, una buena noticia.

Pero debemos ir más allá. «La liberación de las niñas, en un número limitado, es el resultado de las negociaciones entre el Gobierno y Boko Haram con la mediación de Cruz Roja Internacional y el Gobierno suizo. Las negociaciones continuarán». Son las palabras del portavoz del Gobierno de Nigeria, Garba Shehu. A cambio de las 21 niñas, el Gobierno ha devuelto a varios terroristas a la calle. Y quedan más niñas, muchas más, que siguen viviendo un infierno a la espera de que las negociaciones les otorguen la libertad que les corresponde.

Hay casi tres millones de desplazados por la violencia terrorista de Boko Haram, cientos de miles de niños fuera de sus casas en condiciones de desnutrición severa, miles de vidas rotas, mentes irrecuperables, almas perdidas para siempre.

Y hoy el Gobierno de Nigeria celebra que 21 niñas secuestradas hace más de 900 días han sido cambiadas por terroristas y vuelven –o lo que queda de ellas– a su hogar. ¿Es esto todo lo que pueden hacer Cruz Roja, Suiza y Nigeria? ¿Es esto lo que celebra la comunidad internacional? ¿De verdad no hay más caminos para salvar vidas? Poco que celebrar; mucho por hacer.