La mini JMJ en Santiago, en oración - Alfa y Omega

La mini JMJ en Santiago, en oración

Cristina Sánchez Aguilar

No se suspendió el encuentro paralelo a la Jornada Mundial de la Juventud en Santiago de Compostela. «Era una oportunidad para rezar, juntos, por las víctimas y las familias», cuenta el Delegado de Juventud compostelano, Javier García. Cerca de un millar de jóvenes se dieron cita en la catedral de Santiago, el sábado 27, para celebrar la Eucaristía, llegados de diferentes puntos de la península (los jóvenes gallegos desde la Vía de la Plata, los oriolanos y alicantinos desde el Camino portugués, los placentinos desde Finisterre…). Pero, esta vez, no alcanzaron la ansiada Plaza del Obradoiro, cantando y guitarreando al unísono. «Los sacerdotes y obispos que venían con los jóvenes les invitaron a entrar en recogimiento y silencio, manifestando el duelo», apunta el padre García. Y de ahí, a presentarse ante el Apóstol con una ofrenda especial por las víctimas del trágico accidente de tren, como pidió el obispo de Orihuela-Alicante, monseñor Jesús Murgui, en la homilía de la Misa.

La celebración, que estuvo marcada en todo momento por la tragedia, continuó por la noche con una Vigilia en la catedral, antes de conectar con Río de Janeiro, «momento en que los jóvenes tuvieron un largo rato de oración por las víctimas y sus familias ante una réplica de la Cruz de los jóvenes». Como reconoce Andrea, joven gallega, «el accidente lo ha cambiado todo, y hemos intentado aportar nuestro granito de arena con la oración y el ofrecimiento».

El resto de Jornadas paralelas celebradas en España fueron también un éxito. En la Aldea del Rocío había más de 6.000 jóvenes de toda Andalucía y de otros puntos de España. María Alegre, de la pastoral universitaria de Sevilla, reconoce que «miles de jóvenes viviendo su fe por las calles son un impulso. Es importante decir que la Iglesia es joven y está muy viva».

Iglesia joven también se pudo ver en Roncesvalles, Tenerife, Almodóvar del Campo, Cartagena, Tarrasa o Ciudad Rodrigo. Ya saben, los españoles haciendo lío.