El Jesuita que revolucionó el panorama de su época y la historia misma de Europa - Alfa y Omega

El Jesuita que revolucionó el panorama de su época y la historia misma de Europa

El jesuita y filósofo granadino Francisco Suárez, añadiendo su reflexión a la de sus compañeros de la Escuela de Salamanca, revolucionó el panorama de su época y la historia misma de Europa

Víctor Manuel Tirado San Juan
Francisco Suárez en un retrato del siglo XVII. Museo de la Universidad de Valladolid. Foto: Nicolás Pérez

Van a cumplirse 400 años de la muerte de Francisco Suárez (1548-1617). ¿Qué razones puede haber para recordar al doctor español eximius et pius? Habría ya razones inherentes a la imperiosa necesidad que España tiene de recuperar su historia. Pero también hay razones por la actualidad del pensamiento de Suárez en el panorama filosófico occidental.

Es innegable el papel preponderante que el filósofo y teólogo jesuita ejerció sobre todo el pensamiento europeo. Se dio, incluso, la paradoja de que la obra de este hombre insigne, que abanderó en muchos aspectos el combate filosófico contra el luteranismo, fuese la que más se trabajó en las universidades reformadas. Además, cabe considerar a Suárez la culminación de la Escuela de Salamanca, decisiva en muchos aspectos del pensamiento teológico y filosófico; baste mencionar la fundación del derecho internacional de gentes. El impulso de estos filósofos-teólogos de Salamanca condujo a la Corona española a reconocer jurídicamente la dignidad de los indígenas de América.

Suárez abordó cuestiones decisivas en metafísica, en antropología, en filosofía política y en teología. Su legado es recibido positiva o negativamente, pero nunca con indiferencia, pues su influencia en el pensamiento moderno es unánimamente reconocida. Precisamente por ello cabe una doble e inversa valoración de su pensamiento, que a día de hoy es necesario ponderar.

Continuador de Aquino y Escoto

Suárez se consideró a sí mismo continuador de la Escolástica más sublime de santo Tomas de Aquino, pero también de Duns Escoto. Para la valoración más negativa, Suárez habría supuesto la caída del pensamiento en un conceptismo que, justamente, borraría el excelente equilibrio del pensamiento de Tomás poniendo las bases del racionalismo moderno; es decir, de un pensamiento caído en una idea reducida de la razón. A esto apunta Heidegger.

Ciertamente, Suárez hace pivotar su metafísica sobre una sistematización en torno al concepto del ser. Que sea precisamente un concepto sería el problema. El ser no es un concepto sino el ser en sí mismo, y la metafísica no podría ser una especie de arquitectónica conceptual. Es la acusación que hace Xavier Zubiri. Pero, ¿cómo dictaminar que Suárez se limita a un conceptismo de esta naturaleza? No cabe duda de que el conocimiento solo se ilumina y acontece a través de los conceptos. Estos no tienen por qué retenernos en sí mismos y así ocultar el ser; por el contrario, pueden ser la luz del ser. De hecho, me parece que una tajante aversión a los conceptos, como ocurre en el propio Heidegger y en otros pensadores posmodernos –que, a la postre tienen que utilizar conceptos ellos mismos–, más bien entorpece el conocimiento.

En todo caso, Suárez plantea retos de enorme interés. Pensar la metafísica desde el ser nos enfrenta al problema de cómo él y santo Tomás conciben el ser; de si Dios es el ser o está allende el ser, o de cómo concebir la creación del mundo… A todo ello hay que unir la opción naturalista de Suárez en antropología, que lleva a una autonomía de la política, esencial al dinamismo de la modernidad. Lo sobrenatural, ¿es un añadido en el hombre a su dinamismo natural o está entreverado con nuestra naturaleza, de manera que la política no puede gozar de una autonomía completa? Estas cuestiones, que Suárez pone en el centro de su reflexión, son de absoluta actualidad. El filósofo granadino, añadiendo su reflexión a la de sus compañeros de Salamanca, revolucionó el panorama de su época y la historia misma de Europa. Sus disquisiciones sobre moral y política, sobre la posibilidad de la guerra justa, etc. constituyen un acicate para seguir pensando.

El alcance del pensamiento de Francisco Suárez

La Facultad de Filosofía de la Universidad Eclesiástica San Dámaso organiza, el 29 de noviembre, la jornada El alcance del pensamiento de Francisco Suárez. El profesor Juan Belda, de la Universidad de Navarra, lo analizará como Heredero de una generación de sabios, mientras que Constantino Esposito, de la Universidad de Bari (Italia), lo presentará en relación con Kant y el problema de la ontología moderna. Jean François Courtine, de La Sorbona, profundizará en su antropología y teología política. El jesuita Harald Schöndorf, del Instituto Superior de Filosofía de Múnich hará Algunos comentarios sobre Dios como creador en el pensamiento de Suárez. Cerrarán la jornada León Gómez Rivas y Francisco Baciero, sobre Suárez y la modernidad europea: filosofía política y doctrina impositiva.