Hablan las mujeres de CONFER: «La Iglesia no se puede concebir sin el papel de la mujer» - Alfa y Omega

Hablan las mujeres de CONFER: «La Iglesia no se puede concebir sin el papel de la mujer»

Por primera vez desde que se unieron las ramas masculina y femenina de CONFER, una mujer, Mariña Ríos, es elegida en Asamblea General como presidenta de esta institución. La secretaria general y su adjunta también tienen, como otros muchos cargos de esta institución, voz femenina

Fran Otero
Mariña Ríos fue elegida presidenta en Asamblea General el pasado noviembre. Foto: CONFER

La Conferencia Española de Religiosos (CONFER) ha tomado la palabra al Papa Francisco y en su última Asamblea General ha cumplido la llamada que hace el Pontífice para que «la mujer vaya ocupando el lugar que le pertenece en los lugares en donde se toman decisiones importantes en la Iglesia» eligiendo a Mariña Ríos, superiora de la Compañía de María, como su presidenta. Si bien es cierto que ya ocupaba el cargo por el nombramiento de su predecesor, el claretiano Luis Ángel de las Heras, como obispo de Mondoñedo-Ferrol, los superiores y superioras mayores de las congregaciones agrupadas en CONFER confirmaron que el liderazgo de Mariña Ríos no había sido fruto de una situación coyuntural, y así querían que siguiese.

Julia García Monge es la secretaria general desde 2009. Foto: CONFER

La propia Mariña explica a este semanario que su nombramiento «da visibilidad al papel real de la mujer», porque la Iglesia y la vida religiosa «no son, no se pueden concebir sin el papel, la aportación y el servicio de la mujer». «No solo de las comunidades y congregaciones religiosas, sino también de las mujeres que desde otras vocaciones son testimonio del Evangelio», añade.

Del mismo modo, cree que a lo largo de la historia, y hoy en concreto, «hay un liderazgo femenino que no se ha hecho eco en la Iglesia y la sociedad, quizás por el modo de ejercerlo o porque no ha supuesto desempeñar determinados puestos que puedan considerarse relevantes». En cualquier caso, deja patente que ese liderazgo no se restringe a los papeles más visibles, porque también existe en otras realidades como las de los proyectos sociales.

«No vemos muchos rostros de mujer en las instituciones de la Iglesia, pero hay muchas mujeres que ejercen el liderazgo en grandes o pequeñas instituciones eclesiales», apunta la religiosa calasancia Julia García Monge. Ella ocupa otro de los cargos relevantes de CONFER, el de secretaria general, que, además, cuenta con otra religiosa como adjunta, Pilar Arroyo, de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana. García Monge explica a Alfa y Omega que «hay realidades sociológicas que están a la vista», como que, de los 43.000 religiosos que representa CONFER, dos tercios son mujeres, o lo que es lo mismo, más de 32.000, según el último informe estadístico con fecha de enero de este año. Además, de las 407 congregaciones representadas en CONFER, 300 son femeninas, un dato que se puede extrapolar cuando hablamos de comunidades: 3.952 frente a 1.580. «Cuando existía la CONFER Masculina y Femenina, ambas funcionaban con su presidente y presidenta. Hubiera sido normal que, una vez fusionados, se diera la alternativa para este cargo en las asambleas generales, pero no ha sido así en estos 24 años ya de unión», añade.

Pilar Arroyo es la secretaria general adjunta. Foto: CONFER

Tanto presidenta como secretaria general coinciden en que la mujer subraya más en su trabajo la atención a lo débil y pequeño, el cuidado de la vida, la cercanía, aunque García Monge apunta matices: «Las pequeñas y las grandes decisiones las pasamos por la cabeza y el corazón, pero he observado, con satisfacción, que en nuestros anteriores presidentes masculinos estaba bien desarrollada esta dimensión. A veces desarrollamos estereotipos que no responden a la realidad».

Ante este nuevo liderazgo femenino en España, cabría preguntarse si es posible que se produzca un cambio en la Congregación vaticana para los Institutos de Vida Consagrada y llegue el momento en que esta sea liderada por una mujer. «Los caminos se van abriendo para realizar distintos servicios en la Iglesia. ¿Por qué no? El criterio debe estar en que sean las personas más adecuadas, más allá de que se una mujer o un varón», apunta Mariña Ríos. Para Julia García Monge, esa posibilidad «está muy lejana», aunque cree que «tampoco es una carrera la que tenemos que hacer para llegar a ocupar puestos. Lo importante es que, al menos, donde se toman decisiones para la vida religiosa femenina esta no estuviera ausente. Ahí sí es necesario ir dando pasos y no precisamente cortos. El Papa ha repetido muchas veces que “sin la presencia de la mujer, la Iglesia está incompleta”».