Manteros en el Congreso - Alfa y Omega

El 15D fue el día. Los que estuvieron allí no lo borrarán nunca de sus conciencias. Llevaban meses preparándolo, en las asambleas en la plaza de Nelson Mandela, en el local donde se reúne la asociación Sin Papeles de Madrid, y los colectivos que forman parte de la campaña Papeles por derecho.

Hasta los manteros de Barcelona y Zaragoza acudieron a la cita, también los lateros. Querían visibilizar y denunciar la precariedad de sus vidas, el acoso policial y judicial de una ley injustamente desproporcionada. Querían denunciar también que ellos, los vendedores callejeros, no son mafias ni hacen la competencia a las grades marcas. Querían visibilizar que son gente pacífica que ha arriesgado todo cruzando fronteras inhóspitas para buscar futuro y no van a cejar en el empeño.

Por eso el 15D, desde las diez de la mañana, con la lluvia en contra, se pusieron en marcha desde Lavapiés, cruzando el centro con sus mantas al hombro, pancartas y carritos de la compra como símbolo de la venta latera, bajo el grito: «¡Sobrevivir no es un delito!».

Y así, mientras gran parte del grupo se concentró fuera del Congreso de los Diputados coreando sus consignas, haciendo una performance y leyendo un comunicado, otro pequeño grupo accedió al interior del Congreso y presentó una proposición no de ley (PNL) por la despenalización del delito contra la propiedad intelectual, apoyados por el grupo político Podemos. Entre ellos, tres abogadas y algunos representantes de la asociación Sin Papeles de Madrid y del sindicato mantero de Barcelona narraron la trayectoria en la lucha por la despenalización, conseguida en el año 2010, pero vuelta a penalizar con la reforma del Código Penal de 2015.

A su grito pacífico se sumó también el de muchos ciudadanos y ciudadanas de a pie que están convencidos de que ningún ser humano es ilegal y que, de norte a sur y de este a oeste, la lucha sigue, cueste lo que cueste.

¿Quién dijo que los pobres no tienen voz? Lo que no tienen son micrófonos ni justicia que les asista. Por ello, luchan por cambiar las leyes. Inshallah.