Marius murió en la calle, ¿lo sabías?

Marius, Gema, Julián, José… así hasta 138 nombres de personas fueron recordadas el pasado domingo 12 de febrero en la Eucaristía que la Comunidad de Sant’Egidio celebra cada año en Madrid en recuerdo de todos los amigos de la calle que han fallecido en la dificultad en los últimos años. La Eucaristía tuvo lugar en la Iglesia de Nuestra Señora de las Maravillas y estuvo presidida por el vicario Gil González, de la Vicaría VII, acompañado de Javier Cuevas, vicario de Acción Caritativa, junto a otros sacerdotes y cientos de personas del pueblo de Sant’Egidio: jóvenes, ancianos, adultos y amigos de la calle, que encendieron velas mientras se recordaban uno por uno los nombres de todos los amigos fallecidos en estos años.

Durante su homilía, el vicario recordó el valor de cada una de estas personas en la vida de cada uno de sus amigos y para la Comunidad de Sant’Egidio: «Hoy recordarnos a los que han fallecido en dificultad. La muerte humana, como término de la vida, es parte de nuestro ser, es parte de quienes somos. La muerte algún día llegará, y en el camino perderemos a gente, y cada persona dejará su huella, su impronta, y nos marcará de una forma determinada. No perderemos a las personas, en realidad vamos atesorando memorias, enseñanzas y aprendizajes. La memoria de lo vivido con ellos no es algo que se pierda, sino algo que ya forma parte para siempre de nuestro equipaje. Y por supuesto, desde la fe, la muerte no es el final. Nosotros creemos en la resurrección, porque creemos en Jesucristo, y porque creemos que ese modo de morir y de vivir que vemos en Él, es el que nos conduce a la vida, y por eso hoy podemos contemplar la muerte de estos hermanos nuestros con esperanza».

Comunidad de Sant’Egidio