«En Cuaresma, usaré la tablet solo una vez a la semana» - Alfa y Omega

«En Cuaresma, usaré la tablet solo una vez a la semana»

Mientras nos preparamos para la Muerte y Resurrección de Jesús, hay que «intentar comer pocas chuches. Si te dan dinero para comprar, puedes compartirlo con los que más necesitan», sugiere el párroco de la Santísima Trinidad (Madrid)

Laura García Pesquera
Emilio, Sofía y Jaime (abajo, de izquierda a derecha); Julián (arriba a la derecha), y Silvia (arriba, en el medio), con el resto de su grupo. Foto: Laura García Pesquera

«La Cuaresma son 40 días antes de Semana Santa, desde el Miércoles de Ceniza. Durante ellos, nos preparamos para recordar la Muerte y celebrar la Resurrección de Jesús», explica Emilio. Tiene 10 años y, como sus compañeros de catequesis, se está preparando para hacer la Primera Comunión en la parroquia de la Santísima Trinidad de Madrid. La semana pasada, aprendieron qué es la Cuaresma y lo que implica, aunque a alguno ya le sonaba de Misa o del colegio.

Además de aprender la teoría, cada niño decidió de qué ayunar esta Cuaresma. Si preguntáis a los mayores, muchos os dirán que ayunar es no comer. Pero es mucho más: se trata de quitarse cosas que «de verdad nos cuestan esfuerzo», les ha explicado Marta, su catequista.

Uno de los niños, Jaime, ha pensado que, durante este tiempo, va a «usar la tablet solo una vez a la semana. Tengo que mejorar en eso», porque le dedica demasiado tiempo. A Julián se le ocurrió lo mismo, y además dedicar ese tiempo «a ayudar en casa». El ayuno de Sofía va a ser «no tomar tantas golosinas y chocolate y estar menos tiempo viendo YouTube. Es un poco difícil, pero hay que intentarlo». Otra niña, Silvia, quería ofrecer el pedir perdón a su hermana cuando la chinchara, pero Marta le sugirió que «sería mejor que primero hicieras el esfuerzo de dejar de chincharla tú». Varios niños se apuntaron a esta idea del ayuno. ¡Esperamos que no lo abandonen al terminar la Cuaresma!

Tiempo para «hacer limpieza»

Mientras los niños van pensando, Marta les explica bien el sentido de este ayuno. La Cuaresma, les dice, es «un tiempo de limpieza general». Como cuando nos mudamos de casa y tenemos que limpiar todo bien antes de entrar en nuestro nuevo hogar. Ese momento lo aprovechamos para revisar nuestras cosas y tirar lo que no necesitamos o no nos hace bien. En Cuaresma igual: ayunamos de algo para «cambiar y preparar el corazón» para la vida nueva que nos da resucitar con Jesús.

Además, como renunciar a algo que nos gusta es difícil, se lo podemos ofrecer a Jesús, que también sufrió por nosotros. Al mismo tiempo, nos sirve para pasar más tiempo con nuestra familia y amigos o para acordarnos de otras personas que no tienen tanta suerte como nosotros.

El párroco, Ángel Luis, lo explica con el ejemplo de las chuches, porque «es algo cercano, que los niños tocan y ven». A la mayoría de niños le encantan, y muchos las comerían a todas horas. Pero en Cuaresma, dice, hay que «intentar comer pocas. Si mamá, papá o la abuela te dan dinero para chuches, puedes compartirlo con los que más necesitan. En la parroquia tienes muchas formas de ayudar y de compartir; utiliza alguna de estas formas». Por ejemplo, «en esta iglesia algunos grupos de catequesis de la parroquia tienen apadrinado a un niño o colaboran con otro tipo de proyectos», y durante la Cuaresma llevan el dinero de su ayuno para esta labor.

Y tú, ¿cuál es tu compromiso para esta Cuaresma?