Cuando el cine es más que entretenimiento - Alfa y Omega

Cuando el cine es más que entretenimiento

Ha sido por petición popular. Los asistentes, el curso pasado, al ciclo de cine sobre mártires y caridad, que organizaron Madrimaná y la Delegación de Cultura de la archidiócesis madrileña, demandaron un ciclo sobre afectividad. «Interesa conocer lo que dice la Iglesia sobre el tema», afirma Teresa Ekobo, organizadora del Ciclo de cine y encuentros sobre afectividad: La valentía de amar, que empezó ayer en Madrid y continúa los miércoles, hasta el 22 de octubre, en los cines Dreams Palacio de Hielo. La entrada es gratuita

Cristina Sánchez Aguilar
Una de las charlas de 'El taller del orfebre'
Una de las charlas de El taller del orfebre.

El objetivo de este ciclo es responder a la petición del público, ya que «lo entendemos como una gran oportunidad de ver películas y encontrarse con personas que ayuden a comprender la hermosa vocación al amor», señala Teresa Ekobo, organizadora del Ciclo de cine y encuentros sobre afectividad: La valentía de amar. Porque, al igual que los ciclos anteriores, después de cada proyección hay un testimonio, de alguien de carne y hueso, que ejemplifica esa vocación que, previamente, se ha visto en la gran pantalla.

Es el caso de la cinta La buena mentira, la primera película del ciclo, que se pudo ver ayer en el cine Dreams Palacio de Hielo. Inspirada en hechos reales, cuenta la historia de un joven refugiado de la guerra civil sudanesa que, junto a otros niños, llega a Estados Unidos. «En esta película se muestra cómo el amor pasa siempre por la entrega a los demás. Cuando llegan a tierra americana, la Iglesia y una trabajadora social se vuelcan con los niños y les ayudan a reconducir su vida», subraya Teresa.

Justo después de la proyección, Isabel, madre de una niña y laica consagrada como Terciaria Dominica, dio su testimonio. No nació en Sudán, nació en España. Pero su infancia fue dura y cruel. Vivió en una familia en la que vio peleas constantes, sufrió palizas y amenazas, y no conoció lo que significa el amor. «Con 16 años, fui a casa de una amiga, y su madre, al llegar, le dio un beso. Me impactó. Le había dado un beso». Esa carencia de amor le llevó a vivir una vida tumultuosa de amores fugaces, escapadas y vueltas a casa, hasta un aborto y la consecuente terrible depresión posterior. «Sentí que física y mentalmente tenía un cansancio enorme y quería desaparecer; sentí lo que un suicida siente, la tranquilidad de morir», explica. Pero tuvo una hija, y eso le dio fuerzas para seguir. Después, una serie de encuentros con ángeles de la guarda la mostraron el amor de Dios, ese amor «que sanaba la gran herida que tenía desde pequeña». Una invitación a un curso en una parroquia, un viaje cerca de la Virgen, un Cursillo de cristiandad… y las Dominicas de Lerma. Así concluyó el camino de Isabel, consagrándose, el pasado mes de octubre. «¿Quién no quiere ser plenamente feliz?», se pregunta.

El amor juvenil

El próximo miércoles día 8, a las 20 horas, se proyectará la película Blanca como la nieve, roja como la sangre, basada en un best seller que «ayuda a los jóvenes a afrontar el tema del amor. El protagonista pasa del sentimiento primero al amor de verdad, y se ve cómo realiza ese camino», explica Ekobo. Después, Elena Polanco y su novio, Fran, una pareja de 21 y 24 años respectivamente, que llevan 5 de noviazgo, explicará a los asistentes cómo viven ellos la afectividad. «El problema que tenemos hoy los jóvenes es que lo queremos todo, y ahora, y sólo para nosotros. Hay mucho egoísmo. Pero si tú quieres a una persona, y la quieres de verdad, esa persona está por delante de ti y de lo que tú quieres», explica Elena; «y lo más bonito es que el otro hace lo mismo: vela por ti». La joven, además, aconseja a otros jóvenes: «Buscad una relación que te haga ser mejor persona». Y habla sobre el tema tabú de la castidad: «El paso del matrimonio es el momento en que le das todo a la otra persona, pero si ya no te queda nada que darle…, ¿en qué va a ser un paso especial?».

El 15 de octubre será el turno de la película Derecho de familia, una cinta que trata el tema del matrimonio y los hijos «como comedia. Pero que te da un mensaje muy claro: que el matrimonio está hecho para la felicidad», señala la organizadora. Serán Alfonso Basallo y Teresa Díez, matrimonio autor del libro Pijama para dos, los que ejemplifiquen lo aprendido en la película.

Elena y Fran

Finaliza el ciclo el 22 de octubre con Quédate conmigo, una historia de amor en la senectud, con una mujer que pierde la memoria después de 61 años casados. Su marido, inquebrantable, decide cumplir el gran sueño de su amada, que es construirle una hermosa casa con vistas a la bahía. Será Enrique Llano, coordinador del equipo organizador de El taller del orfebre, el que dé su testimonio. Este taller, que tuvo lugar por primera vez el año pasado en el colegio Newman, y se repite este curso por la buena acogida, «ayuda a las parejas a descubrir la belleza de la vocación matrimonial. Que no es un camino de rosas, pero sí una fuente de gozo», afirma Enrique.

Por cierto, que apoyar la proyección de estas películas en preestreno también es importante, señala Teresa, porque «estamos haciendo un trabajo con la industria cinematográfica. Así, les hacemos ver que traer al mercado películas que son buenas para los espectadores es una apuesta muy interesante». Se trata de convencer al mercado de que hay un público creyente que busca un tipo de películas concreto. Así, podremos ver en el cine más que tiros, violencia y risas, a veces, sin sentido.