Tuits que llevan al encuentro con Cristo - Alfa y Omega

Tuits que llevan al encuentro con Cristo

Un cáncer se llevó en julio al columnista de ABC Rafael Martínez-Simancas. Murió reconciliado con la fe católica. La primera chispa para su conversión la puso la religiosa Xiskya Valladares a través de Twitter… Comienzan a llegar los primeros frutos de la evangelización en el continente digital

José Calderero de Aldecoa
Rafael Martínez Simancas, durante su estancia en el hospital

«Hermana y compañera (de Periodismo), ¿acepta usted pedir por alguien que no tiene fe, pero que lo está pasando mal?, un saludo». Detrás de este mensaje estaba Rafael Martínez-Simancas, conocido periodista cordobés, que en el momento de su fallecimiento, en julio de 2014, era columnista de ABC, y director del diario Qué! y colaborador de diversas radios y televisiones. Como buen periodista del siglo XXI, Rafael Martínez-Simancas era un apasionado de las redes sociales. Fue en Twitter, donde escribió esos 128 caracteres que le cambiaron la vida.

Jesucristo está presente en las redes sociales

«Es posible –explica la religiosa Xiskya Valladares– el encuentro con Cristo en las redes sociales. Lo dijo el Papa en la Jornada para las Comunicaciones Sociales del año pasado. Las redes sociales pueden producir, y producen, encuentros personales y encuentros con Dios. Cuando las personas somos un trampolín, como Juan Bautista que dijo: No es a mí, es a Él, y tienes conciencia de ello, el encuentro con Dios sí que se da. Y el caso de Rafa no es un caso aislado, son muchos los que se encuentran con Cristo a través de las redes sociales. Nosotros somos meros instrumentos».

Una relación especial con María

El periodista envió el mensaje el 26 de diciembre de 2011, pocos días después de la celebración de la fiesta de la Inmaculada Concepción. La Virgen, desde entonces, acompañó todo el proceso hasta su muerte, y lo hizo «para rescatar a una persona como yo», aseguró el propio Rafael. La destinataria de ese tuit (mensaje con una extensión máxima de 140 caracteres que se envía a través de la red social Twitter) fue la religiosa Xiskya Valladares.

«Claro que rezaré por ti. Cuenta con ello», le respondió la hermana de la congregación Pureza de María. «¿Sabes cuál es la palabra más repetida en toda la Biblia? 365 veces aparece la frase No temas».

Se entabló entonces una profunda conversación a través de la red social en la que Rafa incluso le preguntaba a la monja a quién debía rezar. Xiskya le animó a acudir a la Virgen. «Además —le dijo—, te voy a regalar una imagen de la Virgen para que la lleves siempre». La imagen que la monja twittera le mandó a Rafa es una talla de la Virgen, realizada por el artista italiano Guido Dettoni, que se adapta a la mano, es pequeña y se puede llevar en el bolsillo. «Rafa utilizaba la talla continuamente. Iba siempre con ella. Y en los momentos más difíciles, entonces, la cogía entre sus manos y le tranquilizaba muchísimo», cuenta Lidón Safont Sánchez, viuda del periodista.

Gracias a esa talla, la Virgen conquistó su corazón y se despertó en él una curiosidad por el Rosario. «Él nunca había rezado el Rosario, y a raíz de que Xiskya le mandara la talla de Dettoni, se despertó una curiosidad en él por esta oración. Se descargó una aplicación en el móvil para aprender a rezarlo. El Rosario le daba mucha tranquilidad», explica Lidón.

A esa intensa y primera toma de contacto, siguieron muchos otros tuits en los que Rafa, casado y con dos hijos, le confesaba a la monja que «le daba miedo el cáncer no tanto por él, sino por sus hijos. Ellos le necesitaban y dejarlos solos le daba mucho miedo», recuerda Xiskya.

Encuentro con el padre Manuel

Xiskya y Twitter encendieron la chispa de la conversión de Rafa. Fue el padre Manuel, capellán del Hospital de la Paz, quien alimentó ese incipiente fuego y lo convirtió en una hoguera que encendió por dentro a Rafa y le llevó a confesarse y comulgar con frecuencia.

El periodista conoció al sacerdote gracias al psicólogo del hospital, «que vio la inquietud que tenía de encontrar respuestas», asegura Lidón. «Cuando el sacerdote entró por primera vez en la habitación del hospital en la que Rafa estaba fue como un flechazo», añade. De hecho, al padre Manuel «le dedicó un capítulo entero de su libro Sótano Octavo», en el que Rafa cuenta, «en primera persona y de forma constructiva, su batalla contra el cáncer, por si podía ser útil para otros enfermos que estuvieran pasando por lo mismo. Rafa hablaba de nosotros los quimioterapiados», recuerda la viuda.

El cura se fue ganando su confianza gracias a las largas conversaciones que mantenían sobre cualquier tema. «Hablaban desde toros hasta de política. De la crisis de valores. De Historia. Lograron tener una relación de amistad que le ayudó a descubrir su lado más religioso».

«Rafa conocía de la religión lo que le habían presentado y se la habían pintado como algo malo —dice Lidón—. Sólo conocía el lado oscuro que le habían mostrado, y el padre Manuel le hizo ver que Dios es amor. Y eso para Rafa fue un descubrimiento. Darse cuenta de que no es el Dios que castiga, o el Dios vengativo, fue lo definitivo. Y el que fuera de forma natural, sin reproches, le llevó a confesarse y a pedir la Comunión. Si podía ir a Misa, íbamos, y si no, le acercaban la Comunión. La confesión y la Comunión se convirtió en una parte muy importante de la vida de Rafa».

Xiskya con su móvil desde el que evangeliza por internet

Una red social para la conversión

Tanto Xiskya como Lidón creen que Dios se sirvió de la red social de los 140 caracteres, Twitter, para traer a Rafa de vuelta. «La intervención de Xiskya no fue lo único que influyó, pero fue una parte importante. Facilitó el camino. Fue una primera aproximación de Rafa a Jesús. Pienso que pesó más la relación con el padre Manuel, pero quizá, si no hubiera habido esta primera intervención de Xiskya y esta relación fluida a través de Twitter, el padre Manuel no hubiera podido entrar en la vida de Rafa», asegura Lidón.

Xiskya, por su parte, cree que «Dios se sirvió de mí, a través de Twitter, para que Rafa se convirtiera. No de forma exclusiva. Yo sólo fui un medio más. Cuando Dios se empeña en convertir a alguien, no hay quien le detenga».

Lidón Safont, antes de la enfermedad de su marido, no conocía experiencias de evangelización a través de Internet. Ahora, no sólo las conoce, sino que las valora enormemente. «Me parece importante que los católicos hablemos con el lenguaje que se habla ahora. Hay que utilizar los medios que están a nuestro alcance para llegar a todo el mundo. Las nuevas tecnologías, para la evangelización, son muy útiles. A través de ellas, la gente va a ver el mensaje de la Iglesia como algo cercano y que está en sus vidas, y lo pueden integrar con más facilidad que con las formas tradicionales».

Las redes sociales, y en concreto Twitter, se convirtieron en una parte importante en la vida de Rafael. «Le permitían contactar con Xiskya en cualquier momento, a pesar de que estuvieran a cientos de kilómetros el uno del otro, y estas conversaciones a través de Internet siempre le reconfortaban y le hacían sentir bien», asegura Lidón.

Twitter motivó la conversión de Rafael con la fe. Empieza a haber otros muchos casos similares. La evangelización digital comienza a dar sus frutos, frutos de encuentro con Cristo.

El secreto de la evangelización en Twitter

«Yo siempre creo —asegura Xiskya— que es la autenticidad y el diálogo. Con la autenticidad me refiero a que uno diga lo que realmente piensa y siente. No porque suena bonito, o porque lo dice mucha gente, o porque está de moda. Incluso cuando la mayoría piensa diferente, lo defiendes. La gente, igual que los niños, capta enseguida cuándo están tratando con una persona auténtica, o cuándo están tratando con una persona que es una máscara. Y hay muchas máscaras en Twitter. La autenticidad es muy importante para saber que, detrás de esa cuenta, hay una persona, que no te va a fallar, que no te va a engañar, que es auténtica, que es sincera. Todo eso la gente lo valora mucho. Y luego el diálogo. Uno no puede utilizar Twitter como si fuera un tablón de anuncios, que es lo que hace la mayoría. Si no creas diálogo, no creas comunidad. Y ese diálogo tiene que estar nutrido siempre por otro diálogo anterior, que es el diálogo con Dios, porque, si no, lo que vas a transmitir es tu mensaje, y no el de Él. Me parece importante transmitir el mensaje de Dios, si lo que quieres es evangelizar. Pero para eso lo tienes que haber hablado antes con Él. Hay que hablar con Dios de esas personas, rezar por esas personas. Tienes que tener clara tu misión en Twitter».