Continúa la reflexión sobre las Grandes Ciudades - Alfa y Omega

Continúa la reflexión sobre las Grandes Ciudades

El Papa recibió, el pasado lunes, al cardenal arzobispo de Barcelona, quien le informó sobre la creación de la Fundación Antoni Gaudí para las Grandes Ciudades, y otras iniciativas para la aplicación de las conclusiones del Congreso Internacional de Pastoral de las Grandes Ciudades, celebrado en noviembre pasado en Barcelona

Ricardo Benjumea

El cardenal Lluís Martínez Sistach informó, el lunes, al Papa sobre algunas medidas que darán continuidad al Congreso Internacional de Pastoral de las Grandes Ciudades, celebrado en noviembre, en particular, de la creación de la Fundación Antoni Gaudí para las Grandes Ciudades. La nueva fundación –ha explicado el cardenal– fomentará «el estudio de las grandes ciudades para ofrecer elementos y medios para la pastoral de las grandes concentraciones urbanas». Además, el arzobispo de Barcelona anuncia «la celebración, este curso, de una jornada diocesana dedicada sobre todo a ver cómo el contenido del Congreso y las enseñanzas que nos ha ofrecido el Papa nos interpelan como pastores (sacerdotes y laicos) de nuestra archidiócesis, que es eminentemente urbana».

Barcelona fue sede, del 24 al 26 de noviembre pasado, de un Congreso en el que participaron más de 20 pastores de grandes urbes de todo el mundo, entre ellos los de Madrid, el Vicario del Papa para la diócesis de Roma, los arzobispos de Río y Sao Paulo, o los de Seúl, Bombay o Kinshasa. Previamente, en mayo, se había celebrado un congreso de expertos en pastoral de grandes ciudades procedentes de todo el mundo.

Los obispos participantes se trasladaron seguidamente a Roma, donde el 27 de noviembre los recibió el Papa Francisco, «comunicándonos su larga experiencia de pastor de Buenos Aires, un conjunto urbano que incluye 11 diócesis y 13 millones de habitantes», cuenta el cardenal Martínez Sistach en su última Carta semanal.

«En la audiencia, de casi una hora de duración, Francisco nos hizo un diseño de cómo ve él la Iglesia en una gran ciudad. Lo primero que pide a esta Iglesia es un cambio de mentalidad, una conversión a una actividad evangelizadora que dialogue con la multiculturalidad de la gran ciudad, que no tema el pluralismo y el hecho de que el mensaje de la Iglesia ya no sea el único referente cultural de la ciudad», ni «el más escuchado».

El Papa –añade el arzobispo de Barcelona– pide «una Iglesia sensible a la religiosidad del pueblo»; pide «una Iglesia en salida, que no espera sólo que las personas vengan, sino que sale al encuentro de todos»; pide «una Iglesia samaritana, que quiere estar en medio de la ciudad, al servicio de todos y, sobre todo, de los más pobres y marginados, de los que más sufren».

En la audiencia del 27 de noviembre, recuerda Martínez Sistach, el Papa invitó a los obispos a «seguir trabajando en la pastoral de las grandes ciudades». Y «de eso se trata» ahora. Las nuevas iniciativas puestas en marcha por el Arzobispado harán que el Congreso «no sea un hecho aislado, sino el inicio de un proceso».